Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 11 de mayo de 2025
Guando hubo cesado de hablar, vio a la joven secar furtivamente una lágrima que corría por sus mejillas. Turbado él mismo, por un movimiento irreflexivo de simpática atracción, le tendió la mano. Juana retiró suavemente la suya tomando un aire circunspecto. Perdón dijo el joven , creía que éramos amigos. Todavía no articuló ella. ¿No tenéis confianza? ¿Parezco yo un hombre que os hace la corte?
Había momentos en que se humedecían sus párpados; pero el más leve rumor daba fuerzas al miedo de ser sorprendida, y ahogaba la inoportuna lágrima, trocando en dulce sonrisa el salado llanto.
Y, afanándome por esconder una lágrima, salí murmurando furiosamente: ¡Canalla de Ti-Chin-Fú! ¡Por tu causa! ¡Viejo malandrín! Al día siguiente salí para Tien-Hó, acompañado de Sa-Tó, el respetuoso intérprete, una larga fila de carretas, dos cosacos y todo un pueblo de koolíes.
Todo su cuerpo se estremeció como el mástil de un barco al golpe del viento. Por un instante pudo creerse que el fiero león caía sobre el gato y lo deshacía entre sus garras; mas la chispa se apagó sin causar estrago. Quedóse otra vez pálido, bajó los ojos y de ellos brotó una lágrima ardiente y silenciosa. Lo único que sus labios trémulos murmuraron fué: «¡Señor!» de un modo casi imperceptible.
¿Sabes amar, sin esperar siquiera ¡triste placer! que tu pasion conozcan? ¿Sabes llorar... pero llorar de celos? ¡Ay! no lo sabes. Sigue, sigue inocente tu camino, piensa una vez, y compadece al triste; ruede una vez por tu sereno rostro lágrima ardiente. Y cuando al seno de la madre tierra vuelva tu cuerpo, en mármol convertido, unjan tu frente de olorosas flores suaves aromas.
Melisa no rió ante las sosas mamarrachadas del gracioso, pues Melisa raras veces se reía; ni tampoco se afectó discretamente, hasta acudir al extremo de hacer uso de su pañuelo blanco, como Sofía, la del tierno corazón, que estaba hablando con su pareja y al mismo tiempo mirando de soslayo al maestro, para enjugar alguna lágrima.
¡Qué desgracia!... murmuró ella llevándose la mano a los ojos, como para disimular una lágrima . ¿Y quién me va a mantener? ¡Yo! exclamó Relimpio dándose un golpe tan fuerte en el pecho que este resonó en hueco como una caja. ¡Usted!... ¡Ay, qué gracia! ¡Si usted más está para que le mantengan que para mantener! Trabajaré.
La lágrima era de agradecimiento. «El Magistral les sacrificaba el nombre y hasta la conveniencia de un amigo, de un gran amigo, de un defensor, de un partidario suyo, de todo un Ronzal el diputado. Bien hacía ella en entregar las llaves del corazón y de la conciencia a tal hombre, a aquel santo, pensaría mejor».
Pobre niña, por lo menos no sufrirás sus torturas dijo el gitano mirando a la monja, y una lágrima que los más espantosos dolores no le habían podido arrancar, cayó sobre su ardiente mejilla. ¡Ríndete, renegado! ¡o mando hacer fuego! repetía el comandante. Sois unos valientes, hijos míos respondió el gitano : el ciervo está herido ¡y aun le teméis! hermosa caza, en verdad.
Por supuesto que sí repuso el pastor . ¿No le ves lo que le está saliendo del ojo?, ¿a que no sabes lo que es? Será una lágrima dijo Manuel riendo. No es sino un hombre. ¡Un hombre! exclamó Dolores plenamente convencida de lo que decía su hermano . ¿Y quién es ese hombre? No sé respondió el pastor ; pero sé como se llama. ¿Y cómo se llama? preguntó Dolores. Se llama Venus repuso José.
Palabra del Dia
Otros Mirando