Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 5 de mayo de 2025
¡Admirable!..., ¡admirable! prorrumpió Ricardo, y en el colmo del entusiasmo tomó el ramo, le dio una porción de vueltas y poniéndolo después en el cestillo cogió una mano de la niña y se la llevó a los labios. Marta se puso tan encarnada como el geranio que llevaba en el pelo y la retiró velozmente.
Es preciso... ¿No le he dicho que tengo que pedirle un gran servicio? Luciana se ponía encarnada y pálida alternativamente. ¿Ha reparado usted me dijo al fin que el señor Lautrec me hacía el amor? Era difícil no repararlo. ¿Ha pensado usted que podría casarse conmigo? Me ha ocurrido esa idea, pero no con gran seguridad. El señor Lautrec, no sé por qué, no me parecía maduro para el matrimonio...
¿No es verdad que con esta mantillita blanca y estos rizos por la frente y estos ojillos entornados, soy capaz de dar el opio a cualquiera? Sí, a cualquier cadete repuso su hermano por lo bajo. Julita quedó un segundo suspensa, y se puso otra vez encarnada; pero reponiéndose en seguida, le dio un pellizco, diciendo: ¡Ah granuja! ¿Qué correo de gabinete te ha venido a dar la noticia?
Hay cosas de que no se puede dudar, porque su evidencia está encarnada en nuestro ser, y dudar de ellas es algo semejante á la muerte. Vamos á buscarla. ¿Dónde? Vamos á buscarla. Por lo mismo que no conoce á nadie, es más fácil encontrarla. Estoy seguro de que la encontraremos. Recorreremos todas las calles, preguntaremos á la policía, nos informaremos de todo el mundo dijo Lázaro.
Pero este diablo que tú aborreces, cuando está enamorado es más blando que un cordero y sabe hacer caricias como los ángeles... ¡Ya verás, ya verás!... La sangre que corre debajo de esta corteza de carbón es encarnada como la de ese palurdo de la Braña y es más caliente... ¡Ya verás, ya verás!... Nadie nos oye, nadie nos ve... Al fin saldrás de aquí, te lavarás... y como si no hubiera pasado nada... Plutón se quedará en el infierno y tú volverás al cielo... ¡Ven á mis brazos, terrón de azúcar! ¡ven, pedazo de gloria!...
La expresión de sorpresa y de vergüenza no acababa de desaparecer por completo del rostro de Lucía; pero esto le prestaba aún más atractivo. La camelia encarnada tampoco se deslizaba de sus manos. Miguel, cada vez más dueño de sí mismo, se atrevió a hacerle seña de que la arrojase: la generala bajó los ojos sonriendo, pero no hizo caso.
Clementina, que estaba pálida cuando entró, se había puesto fuertemente encarnada. Mejor lo sabrás tú. ¿Por qué mejor?... Tú debes de saber adónde llega tu fortuna. Bien, pues no lo sé replicó refrenando con trabajo su despecho. Nada más claro.
Así andan las cosas de España; luego, hambre y más hambre... todo tan caro... la fiebre amarilla asolando a Andalucía... Está esto bonito, sí, señor... Y de ello tienen ustedes la culpa continuó engrosando la voz y poniéndose muy encarnada , sí señor, ustedes que ofenden a Dios matando tanta gente; ustedes, que si en vez de meterse en esos endiablados barcos, se fueran a la iglesia a rezar el rosario, no andaría Patillas tan suelto por España haciendo diabluras.
Cuando a la mañana siguiente llegó a la oficina, bien peinado y vestido, con una corbata encarnada y cierta cara de misterio, no cabía duda de que a aquel hombre le encantaban las negras. Poco tiempo después, el subjefe, que manifestaba un gran interés por Kotelnikov, le presentó a un revistero de teatros.
Yo estaba encarnada como una puesta de sol, y muy contenta, lo confieso, al saber que Máximo me encuentra bonita. ¡Quisiera tanto gustarle! El mal humor de la Marquesa se ha ido disipando poco a poco y ha acabado por convenir en que la presencia de Luciana en su casa es un gran atractivo para los amigos.
Palabra del Dia
Otros Mirando