United States or Japan ? Vote for the TOP Country of the Week !


En esta cuestión estaban, cuando llamó a la puerta don Braulio, y entró luego en el cuarto, interrumpiendo a las dos hermanas. El hombre era según se le habían descrito al Conde de Alhedín: flaco, calvo, pequeño de cuerpo, nada bonito; y, aunque sólo tenía cuarenta y cinco años, parecía tener diez más, porque el trabajo, los cuidados y los disgustos le habían envejecido.

¡Bonito se puso Butrón! A las primeras palabras de la marquesa, respiró con fuerza, murmurando: «No está mal el remedio». Mas cuando vio, por el giro que daba la dama a su respuesta y por el plan que exponía, que no era una estratagema la que usaba, sino un verdadero proyecto que podían imitar otras muchas, saltó fuera de muy incomodado, gruñendo entre sus bigotes puestos en punta: ¡Demonio..., demonio..., demonio!... Si el remedio es peor que la enfermedad, si lo echa todo a rodar con eso... Se lleva la mitad, nos lo quita, nos lo roba...

Un poco de presunción, un personal excelente, suficiente atolondramiento para no quedarse nunca sin conversación, un modo de bailar semejante al de una persona que anda sin gana, un bonito frac, seis apuestas de a onza en el écarté, y todo el desprecio posible de las mujeres, hablando con los hombres, le granjearon el afecto y la amistad verdadera de todo el mundo.

El ajenjo, veneno lento, da por lo menos cierta excitación artificial; la chicha enbrutece como el opio... Henos por fin en el bonito Hotel del Valle, situado a la entrada del pueblo de Guaduas y único albergue decente en todo el camino de Honda a Bogotá. Hay, sin embargo, mucha gente y es necesario contentarse con poco.

Por entre el follaje se alcanza a ver el disco de la luna, cuya luz pálida platea las cumbres de los cerros lejanos, y produce un temblorcito... ¿está usted?, un temblorcito sobre la superficie... ¡Oh!, ... del agua. Comprendido, comprendido. ¡Lo que a usted se le ocurre...! Pues bien, señora, para este bonito efecto me harían falta algunas canas.

Al gabinete de la derecha, donde estaba el despacho de Thiers y la alcoba conyugal, se le llamaba Gasparini, sin duda por ser lo más bonito de la casa. El otro gabinete fue bautizado con el nombre de la Saleta.

En cuanto llegaron a la calle del Baluarte amotináronse, empeñándose en que D. Paco las había de llevar a las Cortes, porque tenían gran curiosidad, sed devoradora de ver tan bonito espectáculo; gruñó el pobre preceptor, chillaron ellas, se aferró él al programa que le trazara su ama, rebeláronse las chicas, negándose a ir a la muralla, y luego le acribillaron a pellizcos y alfilerazos.

Púsose el niño muy encarnado, y movió negativamente la cabeza. ¡Pues es verdad! exclamó Currita encantada . , , ahora mismo... ¡Verás qué bonito!... ¡A ver, Germán!... Avise usted al señor marqués que vamos a subir a la cabaña a que nos haga un retrato...

También Pilar lo está... y yo... y todos... y el mundo, , el mundo se ha puesto de un color, que... antes era rosa y azul celeste... pero ahora... bueno, pues como quería verle, entré.... El comedor es grande. El ama Engracia lavaba la vajilla.... Bien que corrí. Casualidad fue acertar con su cuarto. Es un cuarto muy bonito. Tiene el retrato de su madre: ¡pobre señora!

Bonito genio tengo yo para estas cosas... ¡Ah! ¡Pues si esa hiciera caso de , y se dejara llevar...! Lo que es ahora, yo le aseguro que sus dos o tres mil duros de pensión no se los quitaba nadie... Lo primerito que yo haría era plantarme en casa de doña Bárbara y leerle la cartilla bien leída... Y lo haré, lo haré, aunque esa simple no me autorice.