Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 13 de julio de 2025


En el centro del lienzo esta Jesús desnudo, maniatado con una cuerda a una columna que se ve a la izquierda, estirados los brazos, dobladas las piernas, puesto el tronco casi de frente, y movida la cabeza con dolorosa expresión de sufrimiento, hacia la parte de la derecha, donde un ángel, de rostro más humano que divino, hace ademán de mostrar el martirizado cuerpo a un niño de seis o siete años, que cruzando las manos se ha postrado de hinojos para adorarlo con señales de la mayor ternura.

Señora, por Dios, no me eche usted así dijo Clara, poniéndose de rodillas y cruzando las manos. A estas horas ... sola ... yo no conozco á nadie ... ¿Qué va á ser de ? ¿A dónde voy? Espere usted, por la Virgen Santísima, á que venga don Elías, que, siendo huérfana, me recogió.... El no me abandonará de este modo ... Estoy segura. Nada, nada. ¿Aun espera usted engañarle otra vez?

Al cabo sucedió lo que era de esperar. Una tarde, al regresar del paseo con sus compañeros, cruzando desde el Prado a la calle de Alcalá, se vieron obligados a pararse por no ser atropellados de los carruajes. Los ojos de Miguel, que estaba en primera fila aguardando el desfile, tropezaron con los de su madrastra, que venía en carretela abierta.

Le llevaban con ellos á las pruebas de bueyes y las apuestas de barrenadores, fiestas brutales que organizaban en todos los pueblos de la provincia, cruzando apuestas de muchos miles de duros. La noche anterior, Aresti se había acostado tarde.

Como semejante cambio me parecía inaudito, no pude evitar el preguntarle: ¿Pero es cierto: ya no la queréis nada, nada? ¿Te hablaría del modo que lo hago, si no fuera así? replicó seriamente. ¿No tienes confianza en mi lealtad? ¡Oh, ! dije cruzando mis manos sobre su brazo, en un ímpetu de cariño. Era muy cierto; porque después de tal respuesta no me turbó más la imagen de Blanca.

Cada uno recibe trescientos azotes y la orden de retirarse a sus casas cruzando la ciudad desnudos completamente, las manos puestas en la cabeza y las asentaderas chorreando sangre; soldados armados van a la distancia para hacer que la orden se ejecute puntualmente. ¿Y queréis saber lo que es la naturaleza humana cuando la infamia está entronizada y no hay a quién apelar en la tierra contra los verdugos?

La brutalidad y el terror vuelven a aparecer desde que se halla en el campo, en medio de aquella naturaleza y de aquella sociedad semibárbara. Vencido aquel primer obstáculo, la galera sigue cruzando la Pampa como una exhalación; camina todos los días hasta las dos de la mañana, y se pone en marcha de nuevo a las cuatro.

Los dos habían vivido en París, en mundos distintos, aunque muy próximos. No se habían encontrado nunca, pero acababan por recordar ciertas amistades que les eran comunes. Mientras ellos hablaban, Moreno fumaba resignadamente, cruzando algunas palabras con Watson, y Pirovani conversaba con Robledo y Torrebianca.

Mas luégo vuelve ligera cruzando la azul esfera, de amor su sér todo henchido, á buscar el mismo nido al volver la primavera. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . ; cuando de gozo henchido oiga el canto bendecido de vuestra voz hechicera, será tambien primavera para nuestro pobre nido.

¡Hola, feo! ¿Con que estamos de mal humor? dijo tranquilamente el barón, cruzando por dos veces con su pañuelo de seda el hocico del oso. El animal, sorprendido, le miró un momento, cayó sobre las cuatro patas y gruñó de nuevo, mirando á derecha é izquierda como sin saber qué resolución tomar, mientras el barón, á dos pasos, lo contemplaba con curiosidad, guiñando sus irritados ojillos.

Palabra del Dia

ros

Otros Mirando