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Actualizado: 21 de septiembre de 2024
Muñoz, después de titubear visiblemente, durante algunos segundos, le exigió, en forma muy categórica, su opinión sobre Adriana. Y luego que Julio expresó, tranquilamente, una idea opuesta a la suya, se irritó sobremanera. Discutieron. Julio terminó pidiéndole disculpa de no poder compartir una sola de las apreciaciones hechas por su amigo. ¡Qué quieres!
Allí podía tranquilamente encontrar la alegría de vivir ó abandonarme en paz á mis tristezas. Desde lo alto de mi oscilante asiento, seguía con la vista el hilo de agua, las islas é islotes de espuma, unas veces aislados, otras agrupados como archipiélagos, las hojas dando vueltas, los largos montones de hierba y los pobres insectos sumergidos, agitándose en vano contra la inexorable corriente.
Vuela y vuelve á dormir tranquilamente De la esperanza en la divina almohada, Por el amor materno perfumada, Vuela y vuelve paloma á reposar; Y ojalá que al abrir tus ojos bellos, Por la razon fulgente iluminados, De lágrimas no se hallen empañados, Ni puedan estas páginas borrar. QUE ME ASISTÍA EN UNA ENFERMEDAD, SIENDO MI M
Se dieron las manos, y ella le preguntó tranquilamente qué hacía allí mirando las olas y si avanzaban las reparaciones de su buque. ¡Pero confiese usted que mi presencia la ha sorprendido! dijo Ulises, algo irritado por esta tranquilidad . Reconozca que no esperaba encontrarme aquí. Freya repitió su sonrisa con una expresión de dulce lástima. Es natural que le encuentre aquí.
El que esté bien convencido de esta verdad, y se deje sin resistencia conducir tranquilamente por las circunstancias y por las personas que tienen derecho a gobernarnos, será más feliz, como yo lo soy desde que me he amoldado a esta manera de ser.
Que no daban dinero para las funciones y holgorios. Esto no puede considerarse como un cargo grave. Ellos no veían la necesidad de tales fiestas. ¡Qué más se podía apetecer en el mundo que vivir en un clima benigno, comer, pasear, dormir tranquilamente las horas que a uno se le antojaran!
A los cinco minutos de imaginarlo entraba Pateta en el comedor, donde, terminado el almuerzo, conversaba la familia tranquilamente antes de que Pepe marchase a su trabajo; doña Manuela y Leocadia estaban doblando el mantel, don José haciendo pitillos y Tirso hojeando un libro.
Entrado ya en los cincuenta de su edad, aunque sano y bueno, y apareciendo en el semblante, en la robustez y gallardía del cuerpo, y en la serenidad y viveza del espíritu mucho más joven, le entró la nostalgia de que padecen casi todos los bermejinos, y tomó la irrevocable resolución de retirarse á Villabermeja para acabar allí tranquilamente su vida.
Entraron en el cuarto donde estaba acostada la devota ... Esta reposaba tranquilamente, pero no dormía; tenía clavados los ojos en el techo con muestras de meditación profunda. Sentada junto á la cama estaba Clara, que hacía de enfermera y acompañante de la santa. Cuando las dos Porreñas entraron, Clara les conoció en las caras que se preparaba una escena terrible.
El maestro, plantando su muleta ante los ojos del toro, fue echando atrás tranquilamente con la punta de la espada los palos de las banderillas que le caían sobre el testuz. Iba a «descabellarlo». Apoyó la punta del acero en lo alto de la cabeza, buscando entre los dos cuernos el sitio sensible.
Palabra del Dia
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