Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 8 de julio de 2025


A los pocos peldaños una dulce voz de mujer, aunque anhelante y conmovida, le dijo: ¡Ah! ¡gracias á Dios que habéis venido! Era la misma voz de la dama tapada á quien Montiño había acompañado aquella noche. La escalera estaba á obscuras. ¡Señora! dijo Montiño. ¡Silencio! replicó la dama ; no habléis, seguidme y andad paso. ¡Pero si no veo! ¡Ah! es verdad. Si no me guiáis...

Saludé con entusiasmo á este viejo mundo que se me ofrecía como un inmenso libro de estudio y observación; y cuando puse el pié sobre los muelles y diques de Southampton comprendí que una nueva existencia empezaba para mi corazon, ansioso de impresiones, y mi espíritu, anhelante de luz, de ciencia y de progreso. La ciudad y su puerto. Movimiento comercial. Interior de la ciudad.

Sólo puedo daros una descripción incompletísima; yo sólo puedo deciros que era una joven de veinte años, alta, esbelta, admirablemente formada, con ojos negros, grandes, brillantes, hermosos hasta lo infinito; frente blanca, tersa, pura como el marfil; vamos: es imposible, lo veo: a una mujer hermosa se la pinta, no se la describe, y aún pintándola, por más que el retrato sea obra de un gran artista, sólo tendréis el remedo, porque faltará allí la vida; porque una fisonomía no se reproduce en un solo rasgo, en una sola manifestación; porque no pueden fijarse, reproducirse las ondulaciones del alma; esa sonrisa a la que sucede una gravedad triste, esa mirada anhelante que vacila y tiembla delante de vuestra mirada y se aparta de vos para volver a buscaros, ya más serena más cauta, rehecha de la primera impresión; esa boca entreabierta y pura que deja escapar un hálito ardiente y entrecortado; ese seno que se alza y se deprime obedeciendo a ese hálito; no, no; el pintor sólo puede reproducir el alma en un momento dado, y el alma, que es la luz del semblante, no se reproduce, no se manifiesta en una sola sensación... es imposible que yo pueda daros una idea de Amparo.

Nuestra tripulación estaba anhelante. ¿Qué se proponía el capitán?

Miranda, azorado, se llegó a él, acercándose mucho, tocándole casi: Caballero... preguntó con voz anhelante ¿ha visto usted por ahí... han recogido los mozos?... El amo alzó el rostro, rostro franco, patilludo y vulgar. ¿Una cartera? , señor. Respiró anchamente el amigo de Colmenar. ¿Es de usted? interrogó receloso el fondista. ¡Mía, ! Démela usted sin pérdida de tiempo: va a salir el tren....

Los miembros atormentados, de dolor temblando y frio, con espantoso extravío en su anhelante mirar, vagamente recordando rojas visiones tremendas, Ayela busca las tiendas de su querido aduar.

¿Qué noticias me traéis, señora? exclamó anhelante la joven arrojándose al cuello de doña Juana de Velasco. La duquesa miró en torno suyo, y al ver que habían quedado solas, exclamó llorando: ¡Ah! no nada; ¡desdichado hijo mío! Me habíais hecho concebir una esperanza, dijo con desaliento doña Clara.

Teobaldo y Carlos estaban allí... a dos pasos de ... hablando sin duda de aquel misterio de que dependía su suerte y por consecuencia la mía. »Arrastrada por una mano de hierro y tentada por la curiosidad de saber el secreto que me negaban, me acerqué a la puerta, y pálida y anhelante, sin poder respirar apenas, bajé la cabeza y me puse a escuchar lo que decían.

Las recorre todas imprudentemente, cegada por emoción extraña que no acierta a reprimir, acometida de un deseo vivo, anhelante, de espiarlos. ¿Adónde va usted, Fernanda? le pregunta un joven. Ando en busca de la novia. Pues va usted mal. Está en el otro extremo de la casa, en una de las salas que miran al Norte. Se vuelve para disimular; pero inmediatamente emprende de nuevo la batida.

El sistema, como se ve, no puede ser, ni más exacto ni más sencillo. Mientras se leen nombres y números, hagamos nosotros algunas observaciones sobre las quintas en Filipinas. Alrededor del tribunal, no veréis esa multitud impaciente y anhelante, que con gran zozobra espera oir su nombre. En el hogar, ni llora la madre, ni reza la abuela, ni suspira la novia, ni calcula el padre.

Palabra del Dia

malignas

Otros Mirando