United States or Puerto Rico ? Vote for the TOP Country of the Week !


No puedo menos de reconocer que manifestáis un gran respeto por nuestros sufrimientos; pero sois todavía muy joven, y hay cosas que no se os alcanzan. Así, pues, voy a deciros algo que aniquilará por completo vuestra argumentación, y que hasta os hará, de fijo, poneros colorado. ¿Qué se hará de los niños, señor? ESCIPIÓN. ¿Qué niños? CLEOPATRA. Pues los que nos hemos dejado en casa.

ESCIPIÓN. Permitid, amigo mío. No tenemos, en modo alguno, la intención de justificarnos. Nos apresuramos a deciros que tenéis razón que os sobra. MARCIO. ¿Cómo? ¿Para qué hemos venido entonces? ESCIPIÓN. ¡Qué yo! Acaso hayáis venido por gusto de dar un buen paseo. MARCIO. ¡No, no! ¡Hemos venido con el propósito de demostraros!... ¡Es muy extraño todo esto! ¿Confesáis, pues, que sois raptores?

No lo balbuceó la joven, que temblaba de miedo. Imprudente, no me mientas o te aplasto bajo mis pies. ¿Dónde está Marta? Tened compasión de ; yo no lo , señor. Aunque me quitarais la vida yo no podría deciros otra cosa. ¿Por qué estás levantada y vestida? Porque me despertó un ruido extraño, señor. ¿Qué ruido? Un golpe, como si alguien hubiera caído...

Es necesario que yo humille la vanidad de los demás. ¿Y me habéis llamado para esto? Cierto que ; para deciros que de vanidad á vanidad, la mía es mayor que la vuestra. ¡Ah! ¡vuestra vanidad! Ciertamente; ¿habíais creído que yo os amaba? A esta inesperada pregunta de la Dorotea, el duque puso un gesto imposible de describir, en que lo que más se determinaba era una contrariedad terrible.

Pues bien, para deciros la verdad continuó Bryce , después de cerrado el trato se me ocurrió la idea de que vuestro hermano había podido montar el caballo para venderlo sin que vos lo supierais, porque no creí que fuera suyo. Yo sabía que maese Dunsey hacía de las suyas algunas veces. Pero, ¿adónde puede haber ido? No se lo ha vuelto a ver en Batterley.

En hondos discursos os metéis, y no qué os diga, ni qué deje de deciros, contestó doña Guiomar, bajando los ojos y poniéndose muy más colorada que otras veces; y tanto más, cuanto que no a quién hablo.

¿Saldréis por la calle que costea el parque y atraviesa la aldea? , por ese camino pasaremos. ¿Por qué tan temprano? Yo habría ido a veros pasar y deciros adiós desde el terrado. Bettina conservaba en su mano la mano de Juan, que estaba ardiente, hasta que éste se desprendió dolorosamente, haciendo un esfuerzo, y dijo: Tengo que ir a saludar a vuestra hermana.

Hace algún tiempo que, con mucho sentimiento mío dijo con gran humildad don Rodrigo vemos las cosas de distinto modo. Yo veo... Vos veis menos de lo que creéis ver. Yo veo todo lo que pasa en la corte y fuera de ella, señor. que vuecencia no puede anunciarme una cosa grave que yo no sepa. Voy á deciros una gravísima: ¿sabéis dónde está la reina? Miró con asombro Calderón á Lerma.

A lo cual el mozo, asiéndole fuertemente de las manos, como en señal de que algún gran dolor le apretaba el corazón, y derramando lágrimas en grande abundancia, le dijo: -Señor mío, yo no deciros otra cosa sino que desde el punto que quiso el cielo y facilitó nuestra vecindad que yo viese a mi señora doña Clara, hija vuestra y señora mía, desde aquel instante la hice dueño de mi voluntad; y si la vuestra, verdadero señor y padre mío, no lo impide, en este mesmo día ha de ser mi esposa.

Eso he dicho, señora, contestó el familiar, porque tengo la larga experiencia de que las cosas del Santo Oficio de la General Inquisición nunca fueron tan de prisa; pero no sabré deciros cuya sea la grande influencia que tal y tan extraña cosa he causado; y que no ha habido influjos de tal monta, que a ellos el Santo Oficio no haya podido negarse, no me lo digan a mi, que el mismo rapista en su insolencia me lo ha dado a entender, diciéndome: » Pues qué, familiarcillo mezquino y simplote que eres, ¿creías que yo era un gusano así tan desamparado, que podías echar mano de él a tu placer y a horro, sin que el gato te se viniera a las barbas?