United States or Tanzania ? Vote for the TOP Country of the Week !


11 Hasta esta hora hambrientos, y tenemos sed, y estamos desnudos, y somos heridos de golpes, y andamos vagabundos; 12 y trabajamos, obrando con nuestras manos; nos maldicen, y bendecimos; padecemos persecución, y sufrimos; 13 somos blasfemados, y rogamos; hemos venido a ser como la basura de este mundo, inmundicias de todos hasta ahora. 16 Por tanto, os ruego que me imitéis.

Aquel que en poco tiene la riqueza Por cierto vive vida sosegada; Y el que con su pobreza se contenta Mas rico es que el que tiene mucha renta. Las guerras y las grandes disenciones El interes las causa, como vemos. Motines y revueltas, rebeliones, ¡Qué de mal por la plata padecemos!

Díselo , si quieres pronunció lentamente Lucía, preñados de lágrimas los ojos . Yo no he de entrar a despertar a Gonzalvo. Así como así, ya ibas a levantarte para beber las aguas. Lo menos en tres cuartos de hora no había para qué. No parece sino que esa chica es la única que tiene aquí que cuidarse. También los demás padecemos y hemos de observar régimen. Hoy justamente estoy fatal....

Mucho después, refiriendo esta escena, la Déjazet llena de admiración, decía: ¡Me dió un beso! Es la representación que he cobrado mejor. Y al decir esto, no exageraba aquella mujer, todo corazón, que había ganado millones... Creer que únicamente los españoles padecemos la dulce manía de escribir para el teatro, es un error.

El secreto tan alto no entendemos; Sabemos pero bien, que nos es sano El mal que muchas veces padecemos, Que son por los pecados cometidos, Los males muchas veces infligidos. El freno, que le pone Dios eterno, Le hace estar á raya; que si fuera En manos del demonio, en el infierno Al humano linaje ya tuviera.

El amor es loco, Marianela. Es la única locura sensata. Hay otras, el orgullo el envanecimiento, la soberbia, que son mucho más insensatas. Pero todos padecemos estos defectos. Ahora bien: debemos aplicar la reflexión a reprimirlos todo lo posible; porque, si la vanidad de los demás resulta intolerable cuando lastima la nuestra, pasa igual a los otros cuando la nuestra lastima la suya.

Con igual vehemencia le amamos, aunque de manera distinta. Yo le amo como si fuera mi hijo. Cuando, a poco de darle vida, murió BU madre Maya Devi, por encargo suyo quedó Sidarta a mi cuidado. No quisieron los dioses que ella viviese, para que no padeciera lo que nosotras padecemos hoy.

En el de Palca, de la misma provincia de Cochabamba, cometieron las mismas tiranias y sacrilégios, dando muerte á muchas personas de todos sexos y edades, y al cura D. Gabriel Arnau, que acabó á golpes y empellones al pié de la sagradas aras, teniendo en las manos el Santísimo Sacramento del Altar, que quedó espuesto á la mas sacrílega profanacion: y tomando una india la hostia consagrada, corria con ella en las manos, diciendo: "mirad el engaño, que padecemos por estos pícaros; esta torta la hizo el sacristan con la harina que yo conduje del valle, y despues nos fingen que en ella está Dios sacramentado."

Es verdad que alguna y muy rara vez, al dispertar, tenemos la reminiscencia de que en el acto mismo del sueño asomaba la duda de si soñábamos; pero esto sucede con poca frecuencia; y en general puede asegurarse, que el sueño no anda acompañado de ese crepúsculo de razon reflexiva, que nos advierte de nuestro estado, y de la ilusion que padecemos.

Todo hombre tiene un destino que cumplir sobre la tierra. Conozco perfectamente ese destino. Padecer los innumerables dolores que la naturaleza y nuestros semejantes nos proporcionan. Y si los padecemos con paciencia y los encomendamos a Dios, lograr la recompensa reservada a los buenos.