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Como que de la multa de diez ducados que nos sacan, dan dos al acusador; y están los tiempos tan malos... las gentes dan en la tentación... ¡si se llevaran quince millones de demonios al duque de Lerma!... Cuando el hostelero se atrevió á decir estas palabras, había ya cerrado la puerta y estaba bien adentro de su casa.

Y para que tuviese efecto la superior disposición, que el gobernador de estos pueblos pudiera nombrar y despachar partidas, a costa de los mismos pueblos, a los parajes en que se sabe hay indios de ellos; y a los que encontrasen con españoles, los prendiesen a unos y a otros, y que las justicias del partido les hiciesen exigir a los españoles la multa, que debería ser para los de la partida.

Al otro dia ahorcáron al gran visir; y al tercero su sucesor, que no fue ahorcado hasta de allí á un mes, me condenó á la misma multa por haber cenado con el patriarca griego: de suerte que me en la triste precision de no freqüentar la iglesia griega ni la latina.

Para hacerme levantar temprano se han ensayado conmigo todos los procedimientos, desde el despertador de campana al jarro de agua fría; pero el de la multa y el de la prisión eran totalmente inéditos. ¿Qué iba a ser de si no me levantaba? Y todo porque en un momento de distracción me había dejado atropellar por un automóvil...

El alcoholismo, el tabaco, los goces sensuales, la gula, y cuanto constituye un vicio ó un placer se puede servir á domicilio en todas partes del mundo, y solo el chino para proporcionarse el goce de aspirar el humo del anfión necesita hacerlo en un sitio determinado, inmundo y nauseabundo, llamado fumadero, so pena de ser reo de una causa criminal por contrabandista, y de incurrir en la pena de 500 duros de multa, mas las costas ó destinársele á trabajos públicos por cada medio peso que dejen de satisfacer, amén de estar presos mientras se tramitan los allí largos procesos, si no prestan cuantiosas fianzas sujetas á arbitrarias apreciaciones.

La calumnia no probada se pena con 15 pesos; la herida leve con 5; la grave con 15 y el instrumento con que se perpetró; la muerte, con multa de tres á seis esclavos ó la vida en su defecto, teniendo presente que un esclavo vale de 15 á 30 pesos, según su calidad; el robo de valor de un peso cuesta 30 y un esclavo ó la esclavitud del culpable; el adulterio 60 y dos esclavos ó la vida; la violación 30 y un esclavo ó la vida.

Batiste, dándose cuenta de su situación, calló asustado por haber incurrido en multa, mientras sonaban al otro lado de la verja las risas y los aullidos de alegría de sus contrarios. Quedó inmóvil, con la cabeza baja y los ojos empañados por lágrimas de cólera mientras su brutal enemigo acababa de formular la denuncia. Parle vosté le dijo el tribunal.

907 Se me presentó a esigir la multa en que había incurrido, que el juego estaba prohibido, qus iba a llevarme al cuartel tuve que partir con él todo lo que había alquirido. 908 Empecé a tomarlo entre ojos por esa albitrariedá; yo había ganao, es verdá, con recursos, eso ; pero el me ganaba a fundao en su autoridá.

Esto es imposible; pero lo que no es imposible es la igualdad ante la ley. Nueva retirada, nueva trinchera; vamos allá. La ley dice: el que contravenga sufrirá la multa de mil reales, y en caso de insolvencia diez dias de cárcel. El rico paga los mil reales, y se rie de su fechoria; el pobre que no tiene un maravedí, expia su falta de rejas adentro. ¿Dónde está la igualdad ante la ley?

Hasta pensó novedad extraña entrar por primera vez en la taberna para beber un vaso de vino cara á cara con sus enemigos; pero las dos libras de multa las llevaba en el corazón, y se arrepintió de su generosidad. ¡Dichosas dos libras!