United States or Japan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Sus estátuas, sus paseos. Mujeres del pueblo que hacen labores manuales en las glorietas. Bosque de Bolonia. Catelan. fisonomías diferentes de los garçones de mi hotel. Pesares. Antes de las siete de la mañana estoy situado en una esquina de la calle de Richelieu, dando cara al magnífico bulevar de los Italianos. Espero el ómnibus que va al palacio de Luxemburgo.

No si me equivoco; pero esto es lo que me dicta mi sentimiento, ageno á toda preocupacion de envidia, de odio ó de historia. Es un arte magnífico, colosal; pero le falta un no qué de arte. Despues de examinar las estátuas, me interné en el paseo, y vi con mucho gusto á varias familias artesanas haciendo labores manuales, bajo los árboles de las glorietas.

He oído asegurar, y no puedo afirmar la certidumbre del aserto, que ésto se debe á la política allí sustentada de que para el prestigio del castíla sobre el indio, aquél no se ocupe nunca en trabajos manuales, por lo que allí no se tolera más españoles que á los empleados y militares.

CURIOSIDAD. Informarme, Qué es la causa porque dexas De usar tus antiguos trajes, Del coturno en las tragedías, Del zueco en las manuales Comedias, y de la toga En las que son principales: Cómo has reducido á tres Los cinco actos, que sabes, Que un tiempo te componían Ilustre, risueña y grave: Ahora aquí representas, Y al mismo momento en Flandes: Truecas, sin discurso alguno, Tiempos, teatros, lugares: Véote, y no te conozco: Dame de ti nuevas tales, Que te vuelva á conocer, Pues que soy tu amiga grande.

Pero al tomar todo esto como elementos de su arte, no conviene a mi ver, que se empeñe en ser didáctico, porque se expondrá a enseñar menos y peor que lo que enseña el más pobre de los manuales y a faltar a su vocación de artista, sin crear la belleza y sin producir el deleite estético por el vano empeño de patentizar y divulgar inauditas verdades.

Al sentarse á la mesa se rodeaban de libros y papeles: estadísticas de los números más favorecidos en los últimos años, manuales del perfecto jugador, cálculos propios, logaritmos que ellos solos podían entender.

Terminada la procesión, el convento servía un espléndido refresco á los sacerdotes y personas de calidad que en ella habían asistido. De todo esto no ha quedado apenas la memoria; y examinando los libros Manuales hallamos, que, en todos viene figurando el gasto de la procesión hasta el de 1835 en el cual ni se menciona siquiera.

La importancia que en ciertos manuales se da á los antídotos nos parece pueril, puesto que no mencionan los síntomas medicamentosos que indiquen tal ó cual medicamento.

Prosiguió, pues, su vida de holganza, mayor aún desde que no tenía siquiera la obligación de mirar de vez en cuando los libros de jurisprudencia. Sólo la entretenía dedicándose a temporadas al cultivo de ciertos oficios manuales, y con la lectura de las obras románticas entonces muy en boga. Se hizo hábil ebanista, no tanto como su padre; luego le dio por la relojería.

Pero como esperaba tan poco de él, quedó agradablemente sorprendido al ver que iba saliendo del paso. Se discutía la cuestión social. Mendoza repitió todos los lugares comunes que se encuentran en los manuales de Economía política, manoteando muchísimo, dando cortos paseos por delante de la silla y pronunciando las palabras con un cierto recalcamiento sonoro, de suerte que no se perdía una sílaba.