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Noticioso el monarca de la venida del buen Catelan, ó de los presentes que Catelan traia, ora fuese por Catelan, ora por los presentes, porque la tradicion no aclara este punto, envió un piquete de soldados bajo el mando de un capitan, cuyo piquete tenia por fin el guardar al espléndido provinciano de los bandoleros y asesinos que infestaban á la sazon el bosque de Bolonia.

Hubo un francés apellidado Catelan, el cual vivia santamente en Provincias. No me acuerdo en este momento qué rey era; pero desde luego debe suponerse que un rey de antaño debia ser, porque al morirse aquel Catelan, comenzaron á morirse los Catelanes que trillan caminos para hacer presentes.

Dentro de su prodigiosa extension se ostenta con el lujo de una primavera privilegiada, el soberbio Pré Catelan, deliciosísimo sitio de recreo que reune la mas rica y variada coleccion de flores de Europa.

Mucho tiempo despues tuvo lugar un baile en palacio, y una señora de las asistentes llevaba un objeto de que constaba ser portador el asesinado en el bosque de Bolonia. Dieron principio las sospechas, luego las pesquisas, por fin se adquirió la evidencia del crímen, el capitan fué ahorcado, y el célebre bosque vió alzarse una piedra en obsequio y honra del fiel vasallo Catelan.

Los jardines de Mabille y Château des Fleurs, las fiestas de noche del Pré Catelan, los conciertos que dirije Musard son otros tantos centros de animacion y movimiento que ninguna ciudad en el mundo presenta como Paris, Roma moderna.

Sus estátuas, sus paseos. Mujeres del pueblo que hacen labores manuales en las glorietas. Bosque de Bolonia. Catelan. fisonomías diferentes de los garçones de mi hotel. Pesares. Antes de las siete de la mañana estoy situado en una esquina de la calle de Richelieu, dando cara al magnífico bulevar de los Italianos. Espero el ómnibus que va al palacio de Luxemburgo.

El capitan que mandaba la escolta se situó en los puntos convenientes, el buen viajero se vió libre de los huéspedes habituales del bosque, pero ¡cosa imprevista! no se vió libre del capitan. El capitan de los soldados se puso en lugar de los bandidos, y el pobre Catelan fué robado y muerto.