United States or Hong Kong ? Vote for the TOP Country of the Week !


No, Antonio, no se apresuró a decir D.ª Carmen ; ni tu hija ni nadie puede arrancarte el cariño que te pertenece.... Pero considera que eres bastante rico sin necesidad de mi fortuna, y que ella la necesita.

Derribarlas quieren, con feroz piqueta... ¡Arrancarte el blasón regio! ¡De tan torpe sacrilegio protesto como poeta! Al mirar la majestad de tu encastillado busto, se presiente algo de augusto que ha quedado de otra edad. La impiedad no quitará en sus conjuros y esfuerzos extraordinarios, la cruz de tus campanarios, ni la piedra de tus muros.

Estando contigo no me importa morir. El conde la apretó contra su seno y la cubrió de besos. , , a mi casa vas exclamó mientras las lágrimas bañaban sus mejillas. De allí no saldrás ya nunca, porque para arrancarte necesitarán antes arrancarme la vida... Escucha, Josefina, voy a decirte una cosa. Procura entenderla.

Nos enseñabas a atajar las balas, y a conseguir el triunfo en las derrotas, al corazón cobarde diste alas, llenando las trincheras de patriotas. Luchando te mató bala asesina, y, al caer, no lograron los tiranos, arrancarte la enseña filipina de las sangrientas y crispadas manos.

En fin, alabada sea su Divina Majestad, si todo esto lo manda para hacerte vomitar, como a otro San Ignacio, la ponzoña del mundo. No olvides, hijo mío, de qué modo tan patente el Señor ha querido arrancarte de los mesmos brazos de la muerte, que todos lo habemos tenido por milagro, y mira bien cómo te cumple pagar esa segunda vida que te concede.

Yo soy feliz, la contesté, conque vivas tranquila, conque seas mi hermana. Ha sido necesario dar este paso para arrancarte del convento. Yo continúo mi vida sin deseos y sin esperanza, consagrada a ti, que continúas siendo mi hija. Allí seguro de no ser oído, de no ser visto, rompí a llorar: si no hubiera llorado mi corazón se hubiera roto.

, pero fundado en lo que has hecho arrastrada de esa vanidad necia, que en vano he querido arrancarte del alma. Entendámonos, Gonzalo. ¿Qué es lo que yo he hecho? profirió ella con voz irritada. El joven guardó silencio mirándola fijamente. Después de unos instantes dijo con lentitud: Demasiado lo sabes. El repetirlo, me humilla. Hubo otro rato de silencio.

¡Al fin voy á saber! exclamó Jacobo en una especie de delirio. ¡Te tengo aquí, maldita, y hablarás ¿entiendes? aunque tuviera que arrancarte tu secreto del corazón con las uñas! ¡Oh! no tendré piedad, como no la tuviste. No cuentes con ninguna gracia. ¡Vas á decirlo todo ó, por mi honor, que te mato, y esta vez no resucitarás!... Se irguió espantoso y su cara expresó una implacable resolución.

Por consiguiente, ya sabes que debes ponerte en camino cuanto antes. Mucho siento arrancarte esa felicidad que dices sentir y en la cual no creo. Toda la vida has sido un pillo de playa, y no te arriendo los tizonazos que has de llevar en el otro mundo.

Ahora es lo mismo. Hace tiempo que buscaba esta ocasión... te atisbaba con vigilante mirada... quería robarte, como te robé en casa de los Requejos, y al fin lo he conseguido... Que venga acá doña María a arrancarte de mi poder. Lo demás te lo dirá tu prima. Ya llegamos.