Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 18 de junio de 2025


1092 La ley es tela de araña -en mi inorancia lo esplico-. No la tema el hombre rico; nunca la tema el que mande; pues la ruempe el bicho grande y sólo enrieda a los chicos. 1093 Es la ley como la lluvia: nunca puede ser pareja; el que la aguanta se queja, pero el asunto es sencillo: la ley es como el cuchillo: no ofiende a quien lo maneja.

El maestrante se repuso inmediatamente y, doblando la carta y guardándola, respondió haciendo esfuerzos por asegurar su voz, que temblaba: Nada, un recomendado mío que se queja de que le han dejado cesante... ¡Ese gobernador! No tiene memoria ni formalidad ninguna. Inquieta ya y esperando con ansia los acontecimientos se retiró a su gabinete.

Sólo a las lloronas les era lícito sonarse con estrépito y lanzar de rato en rato un ¡ay Jesús! o un suspiro cavernoso, que parecía queja del otro mundo. Escenas ridículas acontecían en los duelos. Un travieso, por ejemplo, largaba media docena de ratoncillos en la cuadra, y entonces se armaba una de gritos, carreras, chillidos y pataletas.

Dios que le llevaba á aquellas horas para su castigo, al infame; ¡pero Dios mío! ¡haberlo yo matado sin saberlo!... Si os quejáis de vuestra mujer dijo gravemente Cristóbal Cuero tenéis que fundar la razón de vuestra queja; si la acusáis de amores con don Juan de Guzmán, os acusáis del homicidio. ¡Y es verdad! exclamó en una nueva salida de tono Montiño.

Justo y necesario será algún saludable escarmiento. Difícil es, cuando no imposible, descubrir el motivo de queja que, en nación tan grande y generosa como los Estados Unidos, pueda haber contra España, bastante á mover á mucha parte de su ilustrada prensa periódica, al Sr.

Aunque ella creía haber disipado todos los celos de don Paco y haberle inspirado confianza bastante para que no la vigilara, todavía temió que don Paco, o la viese en compañía de don Andrés o supiese por alguien que iba en su compañía, y aunque contra ella no formase queja, acabase por ofenderse de la obstinación con que don Andrés la perseguía y rompiese con él de una manera estruendosa.

En suma, á pesar de las ofensas que se nos han hecho hasta ahora en el Senado, y á pesar de que yo doy por seguro que no han sido menores las que se nos han hecho en el Congreso, yo creo que el Gobierno de la nación española no debe darse por entendido, ni considerarse herido de semejantes ofensas, ni formular contra ellas en documento oficial la queja más mínima.

Entonces él exclamó: ¡Mentira parece que hayas tenido valor! No tienes derecho a reconvenirme. Te gusté, era libre, y además tonta: te creí... ¿qué había de suceder? Después me abandonaste sin el más leve motivo de queja. Al llegar aquí, don Juan creyó notar que los ojos de Cristeta brillaban humedecidos en llanto, y que su voz acusaba profunda turbación de espíritu.

Dios nos dió el raudal que existe dentro de nosotros mismos de ventura. Lloraremos la alegría, reiremos indiferentes los enojos. Y agotáranse algún dia tus suspiros y las fuentes de mis ojos. Yo te daré mis canciones; la voz que en mi ser deja dulce calma; yo mis versos, tus sones; yo un ¡ay! triste, una queja, ¡yo mi alma...!

Y al sentirse empujada al descanso y a la dulzura, Carmen subía su sacrificada voluntad a la excelsitud del propósito encendido en su alma, y sus labios, plegados en muda queja, musitaban: Quiero ser santa..., quiero serlo. La miraba Salvador aquella tarde sin reproches ni desvíos, adivinando toda la tormenta ruda y callada de aquel inocente espíritu.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando