Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 14 de julio de 2025


Llegando el que cantaba a este punto, le pareció a Dorotea que no sería bien que dejase Clara de oír una tan buena voz; y así, moviéndola a una y a otra parte, la despertó diciéndole: -Perdóname, niña, que te despierto, pues lo hago porque gustes de oír la mejor voz que quizá habrás oído en toda tu vida.

Guillermina, en aquellas grandes crisis oratorias, tuteaba a todo el mundo... Después de empujar hacia la puerta a Jacinta y a Rafaela, volviose al desgraciado, que no acertaba a decir palabra, y echándose a reír con angélica bondad, le habló en estos términos: «Perdóname que te haya tratado duramente como mereces... Yo soy así. Y no te vayas a creer que me he enfadado.

«¡Qué ordinario es esto! exclamó, sin poderse contener . Vaya, que me traes a unos sitios... ¡Bah, bah!... ¿No te gusta conocer las costumbres populares? A me encanta el contacto del pueblo... Para otra vez, marquesa, iremos a uno de los buenos restaurants de Madrid... Perdóname por hoy... Tenías carita de hambre atrasada. Esto no es para dijo Isidora con remilgo.

Cuando entró en casa, Soledad se hallaba aún en la taberna. En vez de subir y mudarse la ropa mojada, había querido aguardarle. Al verle avanzó á su encuentro y le echó los brazos al cuello, diciéndole con voz temblorosa: ¡Perdóname! Pero el majo traía el alma resquemando por las palabras de Isabel. Ningunas podían ser más pesadas y mortificantes para él.

¡Pobre Rosa! exclamó acariciando la mano de la aldeana. Te he causado mucho daño... perdóname... ¿Por qué?... Usted no ha tenido ninguna culpa, D. Andrés: he sido yo. ¿Quién me mandaba hacer caso de usted? ¿No sabía demasiado que usted no podía ser para ?

»Olga, ¿por qué lloras? le digo. Todo queda arreglado ahora. «Pero he ahí que yo también, gran tonto, me pongo a llorar como un niño. »Perdóname, Roberto dice su voz en mi oído. Mucho te he hecho sufrir, pero nunca más lo haré, nunca más. »¿Y ahora me amarás? pregunto, pues todavía no puedo creerlo.

El tío Manolillo... perdóname, Juan de mi alma, perdóname... no creas que tengo celos al decirte... al nombrarte á esa comedianta. ¡Dorotea! dijo don Juan, y se puso pálido. Helóse el alma á doña Clara al notar la palidez de don Juan, pero no dió indicio alguno de ello. , Dorotea; esa mujer te ama. ¡Oh! ¿y qué importa? dijo don Juan ya completamente rehecho de su turbación.

¡Pero si ha sido una broma, niña!... Perdóname, soy muy bruto. Pégame: dame una bofetada, que bien lo merezco. María de la Luz, con el rostro ligeramente arrebolado por el restregón de sus manos, sonreía vencida por la humildad con que el novio imploraba su perdón. Te perdono, pero márchate en seguía. ¡Mira que van a salir!... , ¡te perdono! ¡te perdono! No seas pelma. ¡Vete!

Zara, señora mía, Digote que me he admirado, Mirando lo que ha pasado Tu altivez y fantasia: Ver, por cierto es gentil cosa Indigna de ser notada, De un cristiano enamorada Una mora tan hermosa; Y lo que mas llega al cabo Tu aficion tan sin medida Es de ver que estás rendida A un cristiano que es tu esclavo. Y monta que corresponde El galan á lo que quieres: Perdoname, fragil eres. Dónde vas?

Deshojé todas, y todas me decían, con el último pétalo, que me quieres... «¡mucho!»... «¡muchoYa no tengo ratos de tristeza, ya no. Estoy muy contenta y muy segura de tu cariño. Perdóname; perdóname si alguna vez he dudado de tu constancia y de tu fidelidad. «Pero a todo esto no te he dicho cómo recibí tu carta.

Palabra del Dia

buque

Otros Mirando