Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 30 de junio de 2025
NARV. Notable es tu suceso, fuerte moro; Pero, pues tanto tus desinios daña La dilación, no es justo que los pierdas; Que has sido por estremo desdichado, Pero hallaste el remedio en la desdicha. Y por que veas que mi virtud puede Vencer a tu fortuna, si me juras Volver a mi prisión dentro en tres días, Libertad te daré para que vayas A gozar de Jarifa, tu señora.
Ramiro respondía que sí con la cabeza; pero como ella, retirándose hasta el fondo de la alcoba, le demandaba de nuevo: ¿Lo juras? ¿Lo juras? El, buscándola, musitaba como ebrio: ¡Sí; lo juro! ¡Lo juro! Otras veces, en las horas de saciedad, la sarracena se erguía sobre las almohadas, y, con los labios temblorosos, declamaba algún pasaje evangélico del Alcorán.
El corazón se me oprime cuando considero que tú, Inesilla, tú me dices una cosa, me la juras y yo no la puedo creer. Ten calma. Doña María no nos quita los ojos. D. Diego tampoco. Yo me muero de pena... Pero, por Dios, Sr. D. Gabriel añadió en voz alta . Un hombre que va a tomar el hábito cuando acabe la guerra, no debe entusiasmarse tanto al hablar de una batalla.
Me han dicho que juras en casa como un carretero... Estas últimas palabras las dijo D. Bernardo con más alta entonación y parándose frente a su sobrino.
No se habrá hecho; pero se va a hacer ahora; mejor dicho, ya se está haciendo. ¿Ya?... Sí; le estamos haciendo tú y yo; un testamento moral entre dos hombres honrados.... Testo yo, y tú asientes; recibes mi legado y juras cumplir mi voluntad.... ¿Te figuras que estas condiciones que te impongo iban a constar en papeles?
Siguió sin hablarme, visiblemente disgustado, hasta que al fin volvió otra vez a mí sus ojos de fiebre. De veras, de veras me juras que te parece linda? ¡Pero claro, idiota! Me parece lindísima; ¿quieres más? Se calmó entonces, y con la reacción inevitable de sus nervios femeninos, pasó conmigo una hora de loco entusiasmo, abrasándose al recuerdo de su novia. Fuí varias veces más con Vezzera.
En fin, esta es mi idea. ¿Qué te parece? Divès miró atentamente a Hullin, cuya vista fija y sombría le inquietaba. Dime, ¿no crees que esto puede ser una solución? Es una idea dijo por último Juan Claudio . No me opongo a ella. Y mirando a su vez al contrabandista frente a frente, le preguntó: ¿Me juras hacer todo lo posible por entrar en la plaza?
Sí te enfadarás; y yo quiero seguir siendo tu amigo... digo, tu amiga... ¡Cuando te digo que no me enfadaré!... Vamos, me comprometo a ello formalmente; habla. ¡Ay, Lucía! ¿Me lo juras? Te lo juro. El joven se levantó, acercó su cabeza a la de la dama, y rozando con los labios su oído, dejó caer en él unas cuantas palabritas, que la hicieron prorrumpir en carcajadas.
De veras que desconfiaba, porque cuando ella extendió sus manos para coger las papeletas, acudió él a defenderlas como se defiende una propiedad sagrada. «Tate, tate; déjame esto aquí. Yo lo guardaré...». Bueno, mételo en el cajón de la mesa de noche, y también el cuchillito. Yo te prometo no tocarlo. ¿Me lo juras?
¿Y no te da vergüenza? ¿Pero qué diablos te pasa? ¿Qué tienes contra mí? No me contestó, encogiéndose de hombros. ¡Anda al demonio! murmuré. Pero un momento después, al separarme, sentí su mirada cruel y desconfiada fija en la mía. ¿Me juras por lo que más quieras, por lo que quieras más, que no sabes lo que pienso? No le respondí secamente. ¡No mientes, no estás mintiendo? No miento.
Palabra del Dia
Otros Mirando