United States or Christmas Island ? Vote for the TOP Country of the Week !


¡Palacio!... dijo con énfasis Derinho, escupiendo un charco de saliva enrojecida por el betel. Bien, respondió Tragomer, que divisó al centinela apoyado negligentemente en su fusil á la sombra de la garita. Cristián dió una moneda al guía y entró en el palacio. Una cuadrilla de penados estaba componiendo el techo de un pabellón y el vigilante, sentado en una viga, fumaba tranquilamente.

¿Ha visto usted qué día? preguntaba Borrén a la viuda de García, que bien quisiera dejar de serlo . Una garita ha derribado el viento; por más señas que cayó sobre el centinela, ¿eh?, y a poco le mata. Y usted, ¿cómo se vino desde su casa? ¡Jesús... puede usted figurarse! Con mil apuros.... Yo no cómo me arreglé para sujetar la ropa... y así todo.... ¡Quién estuviera allí!

A más, sus hábitos se han modificado sensiblemente. La señora de Laroque ha echado á un lado su brasero, su garita, y todas sus inocentes manías de criolla; se levanta á una hora fabulosa y se instala desde la aurora con Margarita delante de la mesa de trabajo.

Quería verme rodeado de mis amigos, de todos mis amigos, de todos, para refugiarme en su afecto como en un puerto de salvación.... Tenía miedo de estar solo, y a cada rato miraba si Mauricio iba cerca de .... No qué hora sería cuando entramos en Villaverde. Pasada la garita seguimos por la calle Principal. ¡Estaba desierta!

Estaba el carro a la entrada del desfiladero, detrás de unos espesos matorrales, y el arroyuelo murmuraba no lejos y se extendía en estrías de hielo, brillante como cuchillas. Llegado al sitio donde se dirigía, el pastor comenzó a buscar la llave del candado; después, abrió la garita, y marchando a cuatro pies, pudo recuperar la zamarra y una hacheta que no recordaba siquiera haber perdido.

Sobre sus cabezas tenían el ángulo final del baluarte y una garita de piedra; enfrente el puerto, con su boca flanqueada de dos torrecillas luminosas, y en la ribera opuesta la altura de Monte-Carlo, sus edificios enormes, sus cúpulas charoladas, que reflejaban el último fuego rosa del crepúsculo. Los dos se detuvieron instintivamente.

Se suben primero como tres leguas por los collados hasta el alto de Cololo, en seguida se anda una legua bajando la cuesta por un camino nuevo; despues legua y media de collados practicando al fin una breve ascension hasta Calantica; hay que bajar por último dos leguas y media hasta la Garita, de donde solo falta una legua para llegar á Pelechuco.

Subiríamos al campanario para mirar desde allí el magnífico panorama de Villaverde, tan hermoso, tan bello para , que otros, tal vez mejores, no me le hicieran olvidar. La diligencia se detuvo en la garita. Los guardas salieron a cobrar no qué gabela de seguridad pública, con lo cual no había contado el pobre estudiante escaso de dineros. ¿Qué hacer? ¿Le detendrían si no pagaba?

¡Oh, las interminables noches de centinela en la puerta de los ministerios, la garita vieja donde entra la lluvia y en que los pies se hielan!... ¡Los coches de lujo, que salpican de barro cuando pasan!... ¡Oh, el trabajo suplementario, los días de limpieza general, el cubo pestífero, la cabecera de tabla, la fría diana en las mañanas lluviosas, la retreta entre niebla a la hora de encender el gas, la lista por la tarde, a la cual se llega arrojando el bofe!...

Veíalos yo durante la baja mar de lo alto de una roca, y á pesar de encontrarme muy elevado, al observar que los miraba, la asamblea emprendía su retirada, corriendo de través los guerreros y metiéndose en un instante cada cual en su garita. Ellos no son ningunos Aquiles sino más bien Aníbales. Sólo atacan cuando se sienten fuertes, devorando á vivos y muertos.