Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 20 de junio de 2025


¿Vos torpe? ¡Si no os entiendo!, á no ser que el decálogo del amor empezase de esta manera: el primero, amar á la condesa de Lemos sobre todas las cosas. Bien decís que sois torpe; el decálogo del amor debía decir: el segundo no galantear en vano. Porque que en vanísimo enamoro, digo que viniendo á la corte, me entierro.

El día 23 es siempre en mi calendario víspera de desgracia; y a imitación de aquel jefe de policía ruso que mandaba tener prontas las bombas las vísperas de incendios, así yo desde el día 23 me prevengo para el día de sufrimiento y de resignación; y en dando las doce, ni tomo vaso en mi mano por no romperlo, ni apunto carta por no perderla, ni enamoro mujer porque no me diga que , pues en punto a amores tengo otra superstición: imagino que la mayor desgracia que a un hombre le puede suceder, es que una mujer le diga que lo quiere.

No voy, pues, a disculparme, sino a explicar mi conducta. Así me comprenderás, aunque no me perdones. Seguí tu consejo y coqueteé con el Conde, porque el Conde me enamoró. Fríamente, por cálculo, jamás hubiera coqueteado con él.

Es como su madre, apasionada y violenta; de la misma manera que su madre se enamoró de á primera vista, ella se ha enamorado de un hombre; ese hombre es el que ha herido á don Rodrigo; ese hombre, que es sobrino del cocinero mayor de su majestad, ha hecho suerte en veinticuatro horas; anteayer por la noche entró en Madrid, y hoy se encuentra metido en palacio, protegido y casado con la dama más hermosa y más difícil de la corte: con doña Clara Soldevilla.

Y no es extraño continuó la reina que doña Clara le ame de ese modo; se amparó de él en la calle, á bulto, como se hubiera amparado de otro cualquiera hidalgo, porque la seguía de cerca don Rodrigo; estuvieron largo rato juntos; nuestro joven la enamoró, la salvó, en fin, de don Rodrigo; fué una aventura completa; después, cuando le presentó las cartas que yo buscaba á costa de cualquier sacrificio, manchadas con la sangre de don Rodrigo... doña Clara me ama... como la amo yo, y ama á mi salvador... y si á esto se añade que ese joven, considerado como hombre, es casi tan hermoso como doña Clara, que es la mujer más hermosa que conozco, hay que convenir en que es necesario casarlos.

No ha podido olvidar... Ella tenía catorce años y se enamoró de José Luis Aguirre, que ahora es agregado o secretario en una Legación. Se querían muchísimo, pero de tanto como se querían llegaron a imaginar para ellos un amor ideal, algo que no tuviese nada que ver con las dichas vulgares. Les lastimaba cualquier cosa que rompiese el encanto que vivían.

El muchacho era trabajador, valiente, audaz y simpático, y por eso lo querían los muchachos del pueblo; pero él se enamoró perdidamente de esta niña Carmen, que es la sobrina del señor alcalde, y una de las jóvenes mas virtuosas de toda la comarca.

Si no recuerdo mal dijo el rey en esta carta que acabáis de leerme, padre Aliaga, dice que ese mancebo no ha estado nunca en la corte; si llegó anoche, ¿cómo conoció á doña Clara? y aun dada la ocasión de conocerla, ¿cómo se enamoró ella de él? Esto es extraordinario; esto no puede creerse; por otra dama debió reñir con don Rodrigo ese Joven... precisamente, ó yo no lo entiendo.

Un señorito del Caballista, hijo de un cosechero, gran amigo de la casa Dupont, se enamoró de Lola, pidiéndola en matrimonio apresuradamente, como si temiera que se le escapase. Doña Elvira y su hijo aceptaron la demanda: en el Círculo causó asombro el valor de aquel muchacho casándose con una de las hijas del marqués de San Dionisio. Este matrimonio fue para las dos hermanas una liberación.

4 Y se llamaban, la mayor, Ahola, y su hermana, Aholiba; las cuales fueron mías, y dieron a luz hijos e hijas. Y se llamaron, Samaria, Ahola; y Jerusalén, Aholiba. 5 Y Ahola cometió fornicación en mi poder; y se enamoró de sus amantes, los asirios sus vecinos, 6 vestidos de cárdeno, capitanes y príncipes, mancebos todos de codiciar, caballeros que andaban a caballo.

Palabra del Dia

metropolitanos

Otros Mirando