Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 25 de junio de 2025


Tal vez había sido providencial aquella aventura de la barca de Trébol. Si al principio, por ser tan niña, no había sacado ninguna enseñanza de aquella injusta persecución de la calumnia, más adelante, gracias a ella, aprendió a guardar las apariencias; supo, recordando lo pasado, que para el mundo no hay más virtud que la ostensible y aparatosa.

Diez años ha que la tierra pesa sobre sus cenizas, y muy cruel y emponzoñada debiera mostrarse la calumnia que fuera a cavar los sepulcros en busca de víctimas. ¿Quién lanzó la bala oficial que detuvo su carrera? ¿Partió de Buenos Aires o de Córdoba? La historia explicará este arcano.

¡Pues qué! ¿había yo de sacrificarme hasta el punto de deshonrarme ante mis propios ojos?... no... que el mundo me crea deshonrada, me importa poco: ya lo estoy bastante sólo con estar casada con el conde de Lemos; un marido que de tal modo calumnia, solo merece el desprecio. ¡Cómo se conoce, doña Catalina, que sólo tenéis veinticuatro años y que no habéis sufrido contrariedades!

¡Por cuestión de la paga! repetía por momentos, recordando las palabras del religioso. ¿De quién podía venir aquella especie si no de su rival? ¿Debía también perdonarle con el heroico perdón de los santos? La frase de doña Guiomar: «Harta dicha será que no os desluzcan la jornada mediante alguna calumnia», tomaba ahora en su mente acento de profecía.

Allí están tambien el padre, la madre y el hijo; allí está tambien el mundo del hombre; casi todo el mundo; la familia. Lo que antes he dicho debe entenderse respecto de Paris, pero seria una calumnia y una ruindad, si se dijera tratándose del pueblo francés. =Moralidad francesa con relacion á la política=.

Ella sintió crecer aquel desconsuelo que la oprimía y la angustiaba y le producía una irritación sorda, una amarga iracundia, que la llevaba a escarbar llena de saña en el basurero de su vida, buscando y enumerando las vergüenzas públicas, las inmundicias de todos conocidas, que le había tolerado, consentido y hasta aplaudido como amables pequeñeces aquel mismo Madrid que ahora le volvía la espalda, para arrojárselas a la cara, gritándole con muy buena lógica: «¿Acaso soy ahora peor que lo fui antes?... ¿Por ventura hace más fuerza en ti una calumnia anónima, levantada por pérfidos asesinos, que ese montón de lodo con que a todas horas te he salpicado el rostro?...».

A guisa, pues, de protesta contra tal paternidad escribo esta tradición, en la que, por lo menos, sabré guardar respetos a los fueros de la historia y la sombra de Rodil no tendrá derecho para querellarse de calumnia y dar de soplamocos a la mía cuando ambas se den un tropezón en el valle de Josafat.

Calló por un momento; pero las palabras acudían a su boca pugnando por salir y no pudo menos de exclamar al cabo: ¡Has estado cruel y has sido traidora! He servido de pantalla. Me habéis hecho el blanco de la maledicencia. Os habéis conducido de suerte que todo Madrid me calumnia, que mi marido recibe anónimos delatándome, y que tal vez muera de dolor o se mate.

Aquel noble esposo a quien debía la dignidad y la independencia de su vida, bien merecía la abnegación constante a que ella estaba resuelta. Le había sacrificado su juventud: ¿por qué no continuar el sacrificio? No pensó más en aquellos años en que había una calumnia capaz de corromper la más pura inocencia; pensó en lo presente.

¿Es envidia también el decir que ya no vive de los pinceles, sino a costa de las mujeres? ¡; lo es...! ¡Y además una calumnia! repuso el joven próximo a enfurecerse. Me sorprende, Elena, que te hagas eco de rumores tan feos saltó Clara con una viveza bastante rara en su naturaleza . Pienso que ningún daño te ha hecho Núñez para que le trates de ese modo. Elena soltó una carcajada.

Palabra del Dia

ayudantes

Otros Mirando