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Actualizado: 2 de junio de 2025
11 En aquel día no te avergonzarás de ninguna de tus obras con las cuales te rebelaste contra mí; porque entonces quitaré de en medio de ti los que se alegran en tu soberbia, y nunca más te ensoberbecerás del monte de mi santidad. 12 Y dejaré en medio de ti [un] pueblo humilde y pobre, los cuales esperarán en el nombre del SE
7 El alma saciada desprecia el panal de miel; mas al alma hambrienta todo lo amargo es dulce. 9 El ungüento y el incienso alegran el corazón; así la dulzura del amigo con el consejo del alma. 10 No dejes a tu amigo, ni al amigo de tu padre; ni entres en casa de tu hermano el día de tu aflicción. Mejor es el vecino cerca que el hermano lejano.
Lo mismo podía decir de los trajes. Hacía dos años que su guardarropa ignoraba las renovaciones, antes tan frecuentes. Somos pobres repitió con jocosa solemnidad . Además, nos gusta el juego, y, como todos los jugadores, perdemos miles de francos y economizamos en las pequeñas cosas que alegran la existencia. Aguardaba una ganancia enorme y definitiva para ocuparse de su embellecimiento personal.
26 Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran; vístanse de vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí. 27 Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa, y digan siempre: Sea ensalzado el SE
Al leer esto el licenciado Sarmiento, le bailaron los ojos de alegría. Porque el licenciado Sarmiento era alcalde en cuerpo y en alma, y se alegraba de los delitos, como los médicos se alegran de las enfermedades, los clérigos de los entierros, y los sepultureros de los muertos. La alegría le hizo detenerse un momento, y luego prosiguió: «Un hombre ha sido asesinado á traición.
El tambor redobla alegremente; la gaita grita; la novilla ofrecida á la Virgen brinca y juguetea haciendo sonar la esquila que lleva al cuello. Delante de todos disparando cohetes marcha el valeroso Celso. El humo de la pólvora le embriaga; los cantos le alegran; un vértigo delicioso se apodera de su magullada cabeza y por un momento se borran de su mente las dulces memorias de la Bética.
8 Cesó el regocijo de los panderos, se acabó el estruendo de los que se alegran, paró la alegría del arpa. 9 No beberán vino con cantar; la bebida será amarga a los que la bebieren. 10 Quebrantada es la ciudad de la vanidad; toda casa se ha cerrado, para que no entre nadie. 11 Voces sobre el vino en las plazas; todo gozo se oscureció, se desterró la alegría de la tierra.
Que, Rey o no, me digas siempre lo que tu corazón te dicte, y que continúes llamándome por mi nombre. Me miró un instante y dijo: Tus palabras me alegran y me enorgullecen, Rodolfo. Como te dije, todo en ti parece cambiado, hasta tu rostro. Agradecí el cumplido, pero no me agradaba aquel tema de conversación, por lo que dije: Mi hermano está de vuelta, según me han anunciado.
De este desequilibrio, casi universal hoy, padecía la casa de don Manuel, obligado con sus medios de hombre pobre a mantenerse, aunque sin ostentación ni despilfarro, como caballero rico. ¿Ni quién se niega, si los quiere bien, a que sus hijos brillantes e inteligentes, aprendan esas cosas de arte, el dibujar, el pintar, el tocar piano, que alegran tanto la casa, y elevan, si son bien comprendidas y caen en buena tierra, el carácter de quien las posee, esas cosas de arte que apenas hace un siglo eran todavía propiedad casi exclusiva de reinas y princesas? ¿Quién que ve a sus pequeñines finos y delicados, en virtud de esa aristocracia del espíritu que en estos tiempos nuevos han sustituido a la aristocracia degenerada de la sangre, no gusta de vestirlos de linda manera, en acuerdo con el propio buen gusto cultivado, que no se contenta con falsificaciones y bellaquerías, y de modo que el vestir complete y revele la distinción del alma de los queridos niños?
El firmamento azul se teñía de púrpura en Occidente con viva incandescencia que ascendía hasta el zenit, fundiéndose gradualmente en tintas de grana y oro hasta perderse en suave y maravilloso rosicler. El vasto Océano llameaba recibiendo en su seno con misterioso temblor el disco del sol, grande, rojo, resplandeciente. Todos se alegran contemplando este sublime espectáculo.
Palabra del Dia
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