United States or United States Virgin Islands ? Vote for the TOP Country of the Week !


Tan despreciable es a mis ojos el incrédulo que finge devoción, cuanto es infame el creyente que blasfema de lo que tiene por santo. No quise que la duda me arrastrase al cinismo. He aceptado la desdicha por no doblegarme al envilecimiento, y, huyendo de reconocerme perjuro, he parado en ser apóstata.

Hay noches en que sospecho que me conoce, que se vale de su ceguera para prolongar la fingida ignorancia, y esto me atormenta... Deseo que recobre la vista, que los médicos salven uno de sus ojos, y al mismo tiempo siento miedo. ¿Qué dirá al reconocerme?... Pero no: mejor es que vea, y ocurra lo que ocurra. no puedes comprender estas preocupaciones, no sabes lo que yo sufro.

Quizá la desconcertó el que no la reconociesen; volviose otra vez hacia el fuego; transcurrieron algunos momentos en silencio, y continuó: Sospeché que alguno de ustedes debía reconocerme; pero, de todas maneras, no importa; lo que yo iba a decir es que este Juan y al nombrarlo tomó su mano entre las de ella me conocía si ustedes no me conocen, y gastó mucho dinero en mi compañía.

¿Qué mandaba usted? No tardó en reconocerme, y abriendo los brazos exclamó: ¡Rodolfo! ¡Rodolfo! ¿ por aquí? Ya sabía yo que de un día a otro llegarías.... ¡Bendito sea Dios! ¡Y qué crecido estás! ¡Alabado sea el Señor que me concede verte hecho un varoncito, un lechuguino de lo más guapo! Y... ante todo, ¡ya lo ! ¡ya lo ! Como siempre estoy preguntando por .

Al llegar a Vigo me miraba al espejo y me costaba gran trabajo reconocerme como un individuo perteneciente, en relación más o menos directa, a la gran familia aria. ¡Que un hombre del tronco indogermánico llegue a verse así! exclamaba para mis adentros.

Por fortuna, nadie había en la galería por donde atravesaba. Ahora dijo para la condesa, continuando en su marcha y en su pensamiento es necesario que esta carta llegue á manos de mi padre, sin que la lleve yo... ¡bah! renuncio á mi venganza á trueque de que mi padre y señor pudiera reconocerme; preferiría irme á él con la cara descubierta, y mostrarle la carta de don Rodrigo.

Yo he sido compañera de infancia continuó Freya de mujeres que son célebres por su riqueza en Nueva York, en París, en Londres... Me he tuteado con grandes millonarias que hoy son, por sus casamientos, duquesas y hasta princesas de sangre real. Muchas han pasado junto á sin reconocerme, y yo no he dicho nada, sabiendo que la igualdad de la niñez no es mas que un vago recuerdo...

Todas las gentes me miraban curiosas, como si quisieran reconocerme, para llamarme por mi nombre. Temerosas de un chasco no se atrevían a hablarme, y se daban por satisfechas con verme de pies a cabeza y examinar mi traje de cortesano. Me pareció que unas a otras se preguntaban al verme: ¿Quién es éste? ¿A qué vendrá? ¡Pobre de que había soñado con un recibimiento caluroso!

A fin de que no puedan verme; y hablo muy bajo, á fin de que no puedan reconocerme por la voz. Nadie escucha ni observa lo que se dice ni lo que se hace en mi celda. ¿Olvidáis que la Inquisición quiere teneros tan cerca que os tiene á su cabeza? ¡La Inquisición! ¡la Inquisición es mía! ¿Y no teméis que sea más bien del duque de Lerma?

Aquí, como para concentrar sus ideas, calló, bajose a tomar un fragmento de cuarzo, y frotándolo pensativo contra su manga, continuó: Otras veces lo había cargado sobre mis espaldas como ahora habéis visto; otras veces lo había traído a esta cabaña, cuando no se podía valer por mismo; más de una vez yo y el borriquito lo habíamos esperado allá arriba, recogiéndolo y trayéndolo a casa cuando no podía hablar, ni le era posible reconocerme.