Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 29 de junio de 2025


Las voces parecían subir un poco de tono. Es que ha llegado al capítulo de las amenazas se decía la señora, siempre pegada a la puerta. Y como no percibía una sílaba, se aferraba a su idea de salir y desbaratarlo todo. Seguía el duelo allá dentro entre la voz grave, la de don Bernardino, y una vocecita delgada, la del otro; tal como si un contrabajo y un flautín ensayaran, cada cual por su lado.

Ella, sin poder disimular tampoco el vivo gozo del triunfo, díjole imprevisoriamente: Martínez... Encargue usted el uniforme. Y una vocecita burlona, que jamás se pudo averiguar de dónde había salido, contestó a su espalda: Con que vuelva del revés el de don Amadeo, sale del paso sin gastos...

Era el único actor de las representaciones de elegancia y riqueza que se daba a solas para remedio de su enfermedad. ¡Luis... Luis!... volvió a gemir la vocecita desde el fondo de la cama.

Nadie dijo una palabra, nadie hizo un comentario... En el embarazoso silencio que deja al descubierto las grandes vergüenzas, oyóse tan sólo la suave vocecita de la Albornoz, que decía algún tanto temblorosa: ¿Mademoiselle de Sirop?... ¡Qué delicia!... ¿Si será prima del jarabe Henry Mure que han recetado a Fernandito?...

La esposa dio dos pasos hacia el esposo, desmintiendo con los rayos, que de sus claros ojos brotaban, la suave vocecita y el pausado tono con que dijo: ¿Pues no comió ayer aquí ese buey Apis?... Es un animal replicó el marido; y para ocultar su turbación, escondióse bajo el paño negro, poniéndose a enfocar de nuevo la máquina.

¡Eso! ¡eso! Retoza, grandísimo holgazán, comedor. Toda la tarde roncando y ahora en vez de ordeñar las vacas, de jarana dijo una vocecita aguda. Quien profería estas ásperas razones era la avinagrada esposa del tabernero, una mujerzuela bajita, menuda, rugosa, de frente ceñuda y ojos pequeños y fieros. Martinán se levantó del suelo riendo.

Al comedor llegaba la música que hacían en el salón las niñas de doña Manuela para entretener al tío. Amparo cantaba, y su vocecita fina, tenue y quebradiza como un hilo de araña soltaba una lamentación melancólica, en italiano, para mayor claridad: /* Quando le rondinelle il nido fanno, quando di nuova flor s'orna il terreno. */

Eran las pavesas del asombroso entendimiento de su hijo, revolando sobre las llamas en que éste se consumía. Huyó de allí por no oir la dulce vocecita, y estuvo más de media hora echado en el sofá de la sala, agarrándose con ambas manos la cabeza como si se le quisiese escapar.

¡Mujer! no abuses de la clemencia del cielo, exclamó el Reverendo Sr. Wilson con acento más áspero que antes. Esa tierna niña con su débil vocecita ha apoyado y confirmado el consejo que has oído de los labios del Reverendo Dimmesdale. ¡Pronuncia el nombre! Eso, y tu arrepentimiento, pueden servir para que te libren de la letra escarlata que llevas en el vestido.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando