United States or Uzbekistan ? Vote for the TOP Country of the Week !


Aquel día precisamente, desde el principio de la maniobra, se le confió el mando a Juan: mas con gran sorpresa del capitán, que tenía a su teniente por un oficial muy instruido, muy capaz y muy hábil, las cosas salieron todas al revés.

Sin embargo, siento verme obligado a manifestar que al ponerse en camino, Ah-Fe rompió tranquilamente el sello de ambas cartas, y después de intentar leerlas al revés y de lado, las dividió por fin en cuadritos primorosamente cortados, y en tal disposición los vendió por una bagatela a un hermano amarillo con quien durante su camino tropezó.

Por aquí se ve que la confección del ministerial tiene mucho de sublime, como lo entiende Longino. Dios dijo: Fiat lux, et lux facta fuit. Se sonrió un ministro, y quedó hecho un ministerial. Dios hizo al hombre a su semejanza, por más que diga Voltaire que fue al revés: así también un ministro hace un ministerial a imitación suya.

Por fin llegó el instante de la despedida, que Fortunata deseaba con ansia y temía, considerándose incapaz de decir con claridad y sosiego todas aquellas fórmulas últimas y el ofrecimiento de la casa. La de Jáuregui lo hizo como persona corrida en esto; Fortunata tartamudeó, y todo lo dijo al revés. Maximiliano habló poco durante la visita.

Al revés que con la sentimental y lánguida inglesa, crédula e inocente como un niño, subyugada por su irresistible vencedor y adorándole como a un dios, Raúl se veía esta vez en presencia de una fuerza real, de un carácter firme, viril y enérgico, templado en la dura escuela de la desgracia.

Luchaba bravamente procurando representarse a todas horas las verdades sublimes de la religión, la idea de un Dios padre de las almas, arquitecto y director del Universo, a quien ofenden nuestros pecados, a quien ablandan nuestras súplicas y nuestras lágrimas; se agarraba con toda su alma a estas firmes doctrinas; estaba un día entero unido con fervoroso anhelo a ellas; pero cuando más descuidado se hallaba, un pensamiento impío, fatal, caía en su cerebro y lo volvía todo del revés.

Admitían su rostro gracioso y picaresco, con la nariz algo respingada, la boca de un rojo sangriento, los dientes muy blancos y puntiagudos, y unos ojos enormes, aunque demasiado redondos. Pero aparte de su carita... ¡nada de mujer! «Es igualmente lisa por delante y por el revés decían . Parece un muchacho

Como la mayor parte de la nación, tenía la mentalidad de un lector de libro de caballerías que se siente defraudado cuando el héroe, un hombre solo, no parte mil enemigos de un revés. Buscaba con predilección los periódicos más exagerados, los que publicaban más historias de encuentros sueltos, de acciones individuales, que nadie sabía con certeza dónde habían ocurrido.

En tocando á este punto le daban arrebatos de santa cólera, y entonces no se la podía aguantar. Pero de repente la insoportable beata se volvió del revés; el fondo de su carácter era una volubilidad extremada. Acompañábala algún militar joven ó algún abate verde.

Recuerda, para que te cueste menos trabajo creerme, en cuántas cosas he andado yo al revés de las demás. Así fue que cuando por primera vez me vestí de señorita disponible, ya estabas de vuelta buen rato hacía.