United States or Latvia ? Vote for the TOP Country of the Week !


Su creencia era que D. Eugenio había recibido de altas regiones la misión de desunir a los liberales y enzarzarlos en disputas sin fin; pero no podía fácilmente averiguarse si el impulso partía del cuarto de María Cristina o del gabinete ministerial de Zea Bermúdez.

Recuerdo continuó el ministro que una vez se le dió una comisión extraordinaria, que nadie había querido aceptar, para la costa de Africa, con motivo de unos náufragos que estuvieron a punto de ser engullidos por aquellos bárbaros; y me consta que varias veces le han sido rechazadas sus pretensiones de presentarse en un distrito como candidato ministerial.

«Esa interpretación de lo sucedido en el regio alcázar no creemos que se haya insertado jamás en ningún periódico, y por añadidura ministerial, desde que la prensa existe.

Cuando tales cosas decía de él un diario ministerial, que poco antes le había puesto en los cuernos de la luna, ¿qué no dirían los que, amén de ser de oposición, no tenían que guardarle miramiento alguno? Jamás supo el pobre hombre hasta qué punto le maltrató aquel día la prensa de todos matices.

Una vez lo vi rodeado de todos los ordenanzas del Congreso, que andaban en no qué gestión ministerial, y se entretenían en contar el modo de ser y de vivir de cada congresal, en aquilatar sus méritos como oradores y sus probabilidades de reelección, en criticar su vestuario y hasta en vituperar su procedimiento dentro de la Cámara.

Los sueltos que leer en aquella ocasión pueden verse en la Gaceta Ministerial de Sevilla, periódico oficial de la Junta Suprema. En sus breves columnas se insertaban diariamente despachos y noticias que remitían de todas partes... Dictábalas el entusiasmo y las devoraba la credulidad, y como nadie las discutía, el efecto era inmenso.

La materia, que en forma sólo de procurador producía un discurso racional, unas ideas intérpretes de su provincia, se seca, se adultera en forma ministerial; y aquí entran las ideas innatas, esto es, las que nacen con el empleo, que son las que yo sostengo, mal que les pese a los ideólogos. Aquí es donde empieza el ministerial a participar de todos los reinos de la naturaleza.

Al poner Francisco Delaberge la palabra «urgente» en su informe dirigido a la Administración esperaba recibir una pronta respuesta. Los días que se pasaron aguardando la decisión ministerial pareciéronle tanto más largos por cuanto vivía muy solitario en la hospedería del Sol de Oro. La señora Miguelina se había hecho invisible de nuevo y parecía poner cada vez más empeño en esconderse.

Indudablemente, el analfabetismo vale mil veces más que la censura. Todo el arte de los escritores radicales se estrella contra el hombre del campo, hombre sano de cuerpo y de inteligencia, que no sabe leer ni lo necesita para trabajar las tierras de su señor y para darles el voto a los candidatos del orden. Y el hombre del campo ha votado la candidatura ministerial.

Dele usted un toque de esperanza, derecho al corazón, un ligero barniz de nombramiento, y un color pronunciado de empleo, y le ve usted irse doblando en la mano como una hoja sensitiva, encorvar la espalda, hacer atrás un pie, inclinar la frente, reír a todo lo que diga: y ya tiene usted hecho un ministerial.