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Actualizado: 17 de julio de 2025
Segismundo desembarca en las costas de Chipre á causa de una tempestad, y penetra por un subterráneo en el palacio de Diana, y la ve y se enamora; pero el triste resultado de su desafío anterior, y la circunstancia de que la mano de Diana ha de ser el premio de su propia muerte, le obligan á ocultar su nombre y á hacerse pasar por Rugero, príncipe de Creta.
Estudiaremos en sus aguas, en su espuma, en la arena que arrastra, en las tierras que disuelve y, á pesar de las tinieblas, remontaremos el curso subterráneo hasta la primera gota que la roca transpira; á la luz del día la seguiremos de cascada en cascada, de curva en curva, hasta llegar al inmensa depósito del mar á donde va á confundirse, y conoceremos con exactitud el papel importante que desempeña en la historia del planeta.
La silla avanzaba. Por fin, después de largo lapso de tiempo, difícil de apreciar, se detuvo. Ramiro, al descender, hallose en una cuadra ruinosa y obscura. La anciana vendole los ojos con negra tira de lienzo y, tomándole de la mano, comenzó a conducirle a lo largo de algún corredor subterráneo, a juzgar por el frío que sentía en las espaldas y el olor terroso del ambiente.
La verdad es dijo Peñalver dando un suspiro que del fondo de una mina se sale siempre un poco socialista. A las nueve de la noche, después de comer en Villalegre, partió el tren especial que debía conducirlos a Madrid. Todos volvían muy contentos de la excursión. Esperaban extasiar a sus amigos con el relato del banquete subterráneo. El único que padecía entre ellos era Raimundo.
Fundamentos que tenemos para creer que estuviese en la actual capilla de Villaviciosa y sus adyacentes la antigua Maksurah que mandó armar Al-hakem. 1.º Que Edrisí dice espresamente que al norte del Mihrab estaba el tesoro, y este no podia estar mas que en lo que es hoy sacristía de la capilla de Villaviciosa, en la cual realmente se advierte una especie de aposento subterráneo, cuyo destino no se esplica de otra manera. 2.º Que Ebn Adzarí dice que Al-hakem mandó armar la antigua Maksurah, y poner otra nueva en la quibla del nuevo edificio.
Y esta popularidad le acarició á él igualmente al circular la noticia de que había llegado el padre del sargento Desnoyers, un potentado que poseía fabulosas riquezas al otro lado del mar. He adivinado tus deseos continuó el viejo. Y buscaba con la vista los sacos traídos desde el automóvil por las tortuosidades del camino subterráneo.
Cuando estuvo abajo, en el corredor, iluminado en plena tarde como un pasillo subterráneo, experimentó la inquietud del que cree percibir a sus espaldas unos pasos invisibles. No había nadie en esta calle profunda del buque, envuelta a todas horas en densa penumbra. Adivinábase que todos los camarotes estaban desiertos.
Mientras que una parte de la corriente sigue su cauce natural, transformado en foso y luego en canal subterráneo por la mano del hombre, otra parte del arroyo, arrancado de su curso normal, entra en un amplio acueducto y se dirige hacia la ciudad, siguiendo el flanco de las colinas y pasando por enormes sifones por debajo de los barrancos.
Al fin esa juventud que se esconde con sus libros europeos a estudiar en secreto, con su Sismondi, su Lherminier, su Tocqueville, sus revistas Británicas, de Ambos Mundos, Enciclopédica, su Jouffroi, su Cousin, su Guizot, etc., etc., se interroga, se agita, se comunica, y al fin se asocia indeliberadamente, sin saber fijamente para qué, llevada de una impulsión que cree puramente literaria, como si las letras corrieran peligro de perderse en aquel mundo bárbaro, o como si la buena doctrina perseguida en la superficie necesitase ir a esconderse en el asilo subterráneo de las catacumbas para salir de allí compacta y robustecida a luchar con el poder.
Esparció sus miradas por la sala; pero la relativa elegancia con que estaba puesta no la afectó. En miserable bodegón, en un sótano lleno de telarañas, en cualquier lugar subterráneo y fétido habría estado contenta con tal de tener al lado a quien entonces tenía. No se hartaba de mirarle. «¡Qué guapo estás!». ¿Pues y tú? ¡Estás preciosísima!... Estás ahora mucho mejor que antes.
Palabra del Dia
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