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Formaba el campamento de Campo Rodrigo un valle triangular entre dos montañas y un río, y era su única salida un escarpado sendero que escalaba la cima de un monte frente a la cabaña, camino iluminado entonces por los plateados rayos de Diana. La paciente podía haberlo visto desde el tosco lecho en que yacía.

Con los ojos medio cerrados y aspirando voluptuosamente el humo del cigarro, iluminado su rostro siempre por la misma sonrisa beata, iba amontonando noticia sobre noticia, todas ellas de tan poco momento que concluí por distraerme y pensar en mi cara monja.

Ella hizo un movimiento como para alargar la mano; pero de repente se echó hacía atrás esquivando el cuerpo y diciendo rapidísimamente: Quitesusté pa un lao que viene el coche con la señora... y en voz baja, muy baja, añadió : Agur, hasta otro día, cuando me vea usted sola. Don Juan, iluminado de súbita inspiración, repuso también muy aprisa: Aquí mismo, a esta hora, la primera tarde que llueva.

La vista no percibe lo que de un modo ú otro no está iluminado; el oido no percibe lo que no suena, ni el paladar lo que no sabe, ni el olfato lo que no huele, ni el tacto lo que no es ó caliente ó frio, seco ó húmedo, duro ó blando, sólido ó líquido, etc. etc.; y sin embargo nada de esto es la extension; ni nada de esto en particular, es necesario para que sea percibida la extension, pues que de todas estas calidades la encontramos á cada paso separada, sin dejar de ser perceptible.

Por dicha, Clara carecía de aquel orgullo, de aquel imperio de su madre, y el lado obscuro y tenebroso de su espíritu estaba suavemente iluminado por un rayo celeste de humildad, resignación y mansedumbre. Clara era mil veces más amante que su madre, y se abandonaba á la dulzura de amar, si bien con recelo siempre de pecar amando.

Experimenta casi la dolorosa opresión que paralizó su corazón y anudó su garganta a su entrada en el salón profusamente iluminado. Muchos niños están ahí acompañados de sus madres o de sus padres; él está solo y se siente pequeño, triste, desgraciado.

Creeríase que todo el contenido de las vastas salas se regocijaba al verse iluminado. Despertaba todo, abriéndose cual ojos soñolientos, y la luz, acometiendo las cavidades negras, resucitaba, como a bofetones, tapicerías, muebles y cuadros. «Anda, anda, ¿quién será este animal? decía el litógrafo parándose ante los retratos . ¡Vaya una tiesura! perdone, caballero; yo creí que era usted un palo.

Luego, Jaime subió al vestíbulo; su elegante silueta se destacó sobre el resplandor del salón iluminado, y pronto desapareció entre la muchedumbre. Juan continuó sus paseos, no ya ante la casa, sino a la sombra protectora de una doble fila de tilos, bóveda sombría que desciende en suave pendiente desde el castillo hasta el Marne.

El amor de Clara apenas renacido y ahogado ya por el desengaño, la tristeza que siente al verse desdeñada, el abandono en que su hermana y el coronel la dejan para retirarse a un lugar donde ella no quiere seguirlos, todo presta al cuadro, y a Clara, principal figura del cuadro, un suave tinte de melancolía, iluminado por los celestiales resplandores de la resignación cristiana.

Sin embargo, podemos dejarlo para otro día... Yo quisiera que nuestra conversación fuese sin testigos. ¡Si el padre Laguardia es mi director espiritual! exclamó el piadoso joven volviendo hacia éste su rostro iluminado por una sonrisa de afección filial y sumisión. Cuanto puedas decirme no importa que sea escuchado por él. Si no tiene importancia, porque es indiferente que lo sepa.