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Las gentes que creen en la licencia de Cliff, no se atreverán jamás a acercarse a aquel lugar por diez libras esterlinas. Si el señor Dowlas quiere conocer la verdad sobre este asunto dijo el señor Macey con sonrisa sarcástica, golpeándose los pulgares el uno contra el otro , no tiene para qué hacer apuestas; que vaya allá solo, nadie se lo impedirá.

Cuando Marta entró en la sala, vaciló un instante, pero luego, armándose de valor, golpeó suavemente a la puerta de la pieza. Entrad respondió una voz en tono seco. La señora de Bruinsteen estaba sentada en un sillón. Sus ojos inflamados parecían lanzar relámpagos; tenía, sin embargo, una sonrisa en los labios, una expresión de alegría sarcástica y triunfante.

La que miente es usted, que quiere por orgullo perder a un sacerdote... ¡a un santo! ¡Silencio! gritaba el presidente golpeando con la campanilla. ¡Buen santo te Dios! exclamaba la joven con sonrisa sarcástica. No calumnie usted a los demás por salvarle a él. ¡Basta! Expulsad del local a estas mujeres profirió el presidente, dirigiéndose a los hujieres.

Pero reponiéndose súbito y dejando asomar a su rostro una sonrisa sarcástica, dijo tranquilamente: Eso queda para ustedes los poetas, que proceden siempre, lo mismo en la vida que en la esfera del conocimiento, por los impulsos ciegos del sentimiento. Quien ha llegado a cierta clase de conclusiones por un método rigorosamente científico, no hay peligro de que cerdee jamás.

Siento muchísimo habérselo proporcionado replicó Samper con sonrisa sarcástica . No deje usted de decírselo de mi parte y de darle las gracias igualmente por haber impedido que abrazase por última vez a mi padre y le cerrase los ojos... Aquí la voz se le anudó en la garganta al pobre hombre y rompió a sollozar.

¡Oh! ya conozco dijo Priscila con una sonrisa sarcástica esa manera de ser de las mujeres casadas; os incitan a hablar mal de sus maridos y luego se vuelven contra vos y os hacen el elogio de esos señores, como si los tuvieran para vender. Pero papá debe estarnos esperando; volvámonos.

Paco Ruiz parecía atender con cuidado al juego, mientras en sus labios se dibujaba vagamente una sonrisa sarcástica. Carmen también atendía á sus cartones, pero roja y confundida. El efecto que de repente produjeron á nuestro señorito no sólo aquellos dos seres miserables que tenía cerca, sino todos los allí congregados, no es fácil de describir.

Siguió una disputa larga entre ambos, viva y descompuesta por parte de Ramoncito, tranquila y sarcástica por la de Cobo, que se gozaba en sacar a aquél de sus casillas. No poco se divertían también los presentes, poniéndose unos de parte del concejal y otros de su competidor para más prolongar el recreo.

A cada remedio que proponían, Simoun respondía con una sonrisa sarcástica y brutal: ¡Ca! ¡tontería! hasta que exasperado uno le preguntó por su opinion. ¿Mi opinion? preguntó; estudien ustedes por qué otras naciones prosperan y hagan lo mismo que ellas. ¿Y por qué prosperan, señor Simoun? Simoun se encogió de hombros y no contestó.

¡Ah! ¡Ya pareció aquello! Vamos, tienes algunos ochavos en poder de Osorio y temes perderlos, ¿verdad? dijo Clementina con sonrisa sarcástica, reprimiendo su cólera con trabajo. Pepa se puso pálida. Una ola de ira le subió también del corazón a los labios.