Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 15 de octubre de 2025


En fin, se dejaron ver veinticuatro disformes sayones, que eran como la vistosa comparsa del agradable capitán de la guardia africana Abu-el-Casín, que venían con sendos látigos en las manos, sacudiendo a derecha e izquierda para despejar el terreno y mantener en razonable distancia a los curiosos e impertinentes.

¡Oh! de algo que conozco perfectamente respondí, sacudiendo la cabeza con aire de suficiencia. Lo que no me explicó es por qué no me habéis hablado nunca de ello, puesto que es una cosa que se ve todos los días. He ahí el efecto de las novelas, señorita; toma usted a lo serio cosas que son puramente imaginarias.

La bala estuvo a punto de acabar con Ruperto, porque le hizo pedazos el puño de la espada que en la diestra tenía. Soltó el arma, sacudiendo los dedos, golpeó los costados del caballo con los talones y lanzando una blasfemia, partió al galope. Le miré alejarse de la larga avenida, con tanta soltura como si se tratase de un paseo a caballo, como si no fuera desangrándose por sus heridas.

¡Ah!... lo replicó el marqués, sacudiendo tristemente la cabeza ; llora por causa mía... llora por causa del hombre a quien ha honrado con su amistad... con su estima... y a quien contempla hoy caído en la última degradación... pero si le causo lástima... si le causo horror... ¿de quién fue la culpa sino de esa miserable mujer que acaba de irse? ¡Señor de Pierrepont!

El mayoral grita como un dragon, sacudiendo las riendas y el foete, agitando en una convulsion rabiosa todo el cuerpo; el zagal le acompaña en gritos, movimientos y reniegos; y el delantero, que les sacude tambien á veces á las mulas que están á su alcance, redobla la actividad para apurar la carrera.

Seguía con la vista atentamente la marcha de un vapor que cruzaba por el horizonte sacudiendo su negra columna de humo. Al cabo de un rato quiso anudar la conversación. ¿De veras tienes miedo a la muerte? ¡Oh!, haces bien... Hoy el mundo guarda para ti su sonrisa más amable... Ni una sola nube oscurece el cielo de tu vida... ¡Dios quiera que no llegues a desearla nunca! Y , ¿tienes miedo, di?

El 2 de febrero el vapor Bogotá recogió su ancla, lanzó su silbido matinal, semejante al grito del salvaje, y sacudiendo con sus alas de hierro las turbias ondas del Magdalena, se deslizó rápidamente por entre los verdes y tupidos pabellones de las selvas, dejando marcada su brillante estela en las flotantes espumas que iluminaba el sol de la mañana.

Y luego, sacudiendo la cabeza, y extendiendo los brazos hacia el techo, había añadido en voz alta, para dar más solemnidad a su protesta: ¡Salvarme o perderme! pero no aniquilarme en esta vida de idiota.... ¡Cualquier cosa... menos ser como todas esas! Y a los pocos días cayó enferma.

Los caballos piafaban impacientes, sacudiendo los penachos azules como si les corriese prisa llevar la desposada a los brazos del Esposo místico. Era una procesión regia. Y en verdad que María, por su gallarda presencia, mereciera ser reina.

Tristán le escuchaba distraído, pensando en sus cosas; Clara con toda atención, aprobando con el gesto, dejando escapar frases de conmiseración y sacudiendo la cabeza indignada contra sus enemigos, sobre todo contra Alvarez, el infecto Alvarez. Últimamente García ya no hablaba más que para ella y no se dirigía a Tristán.

Palabra del Dia

estrenaríamos

Otros Mirando