Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 15 de junio de 2025
¿Quién está ahí? ¡Qué diablos! gritó otra vez, tratando en vano de ver en la obscuridad. Toda mi arrogancia me volvió. Estaba tranquila y altiva cuando me había despedido de él algunos años antes, quería ser la misma para presentármele entonces. ¿Acaso necesitaba saber todo lo que yo había sufrido en el intervalo? Olga... en verdad... Olga, eres tú.
Este capón no tiene coyunturas, exclamaba el infeliz sudando y forcejeando, más como quien cava que como quien trincha. ¡Cosa más rara! En una de las embestidas resbaló el tenedor sobre el animal como si tuviera escama, y el capón, violentamente despedido, pareció querer tomar su vuelo como en sus tiempos más felices, y se posó en el mantel tranquilamente como pudiera en un palo de un gallinero.
Había obscurecido; podía aventurarme a eso; y me he despedido de todo. He ido hasta la tumba de mis padres, delante de la puerta de la iglesia... y también a la Corona, porque debía aún una miseria al dueño... ¿Y has olvidado el molino? Juan se muerde los labios, se retuerce el bigote y murmura: Ya iré. ¡Oh! ¡qué alegría tendrá Martín! exclama Franz Maas, rojo también por la emoción.
Alguna vez sacaban de la plaza a uno de los «diestros» entre cuatro compañeros, pálido con una blancura de papel, los ojos vidriosos, la cabeza caída, el pecho como un fuelle roto. Acudía el albéitar, tranquilizando a todos al no ver sangre. Era una conmoción sufrida por el muchacho al ser despedido a algunos metros de distancia, cayendo al suelo como un talego de ropa.
43 Y alzaron de los pedazos doce cestas llenas, y de los peces. 44 Y los que comieron eran cinco mil hombres. 45 Y luego apuró a sus discípulos a subir en el barco, e ir delante de él a Betsaida en la otra ribera, entre tanto que él despedía la multitud. 46 Y después que los hubo despedido, se fue al monte a orar. 47 Cuando llegó la noche, el barco estaba en medio del mar, y él solo en tierra.
La aludida en ellas desaparece también, metiéndose furibunda por lo más espeso de la columna de humo que sigue saliendo de la cocina después de haber despedido á su suegra con estos piropos: ¡Bruja, brujona!...; vaya á discurrir los cuentos que le ha de decir al mi marido...; ¡chismosa, infamadora!
Sentimos lo mismo que en presencia de un muro detrás del cual se mueve una muchedumbre invisible. Los dos amigos volvieron la cabeza al notar que Conchita se apoyaba en la baranda junto a ellos. Habíase despedido repetidas veces de doña Zobeida, pero ésta iba luego en su busca para hacerle nuevas recomendaciones. La buena señora pensaba salir aquella noche para su amada Salta.
6 Porque ya Josué había despedido al pueblo, y los hijos de Israel se habían ido cada uno a su herencia para poseerla. 7 Y el pueblo había servido al SE
Arturito supo también la llegada de Pedro Lobo no bien éste llegó. Y si hemos de decir la verdad, allá en el fondo de su alma pacífica y humilde, se alegró entonces de que le hubiese despedido Rafaela. Así se creyó libre y exento de tener un lance con el gaucho, que alcanzaba fama de brutal y grosero.
Mi salida de la casa de Castro Pérez, salida que además de enojosa me pareció ofensiva para mi buen nombre, me puso abatido y desalentado. Todos aquéllos que me veían en la calle, sin ocupación ni empleo, y que antes me vieron en el despacho del abogado, pensarían, sin duda, que Castro Pérez me había despedido por algo vergonzoso. Dime a cavilar en esto, y me resolví a no salir de casa.
Palabra del Dia
Otros Mirando