United States or Papua New Guinea ? Vote for the TOP Country of the Week !


Tenemos muchos hijos, y es un sacrificio el que nos imponemos manteniéndola, vistiéndola y calzándola, pero algo se ha de hacer por Dios, ¿verdad, D. Miguel? No es mala, no señor, y sabe cuánto debe agradecer a sus tíos lo que hacen por ella... Pero la pobre sirve para poco. Es callada, sufrida, no da ninguna mala contestación... ¿Qué edad tiene? Quince años; va para diez y seis.

No podía achacar este cambio de humor a una decepción sufrida por Maud. No; eso no. Lo afirmaba él, orgulloso de su poderío varonil.

que morir debe quien en la vida encontrar no puede más que una agonía continuada, mil veces peor que una agonía una sola vez sufrida; y porque esto es tan cierto que no puede dejar de ser cumplido, cúmplase, y que Dios me perdone, porque en no he hallado valor para otra cosa.

Junto á la puerta de la barraca estaba la esposa, rodeada de los pequeños, esperando impaciente, por ser ya pasada la hora de comer. Batiste miró sus campos, y toda la rabia sufrida una hora antes ante el Tribunal de las Aguas volvió de golpe, como una oleada furiosa, á invadir su cerebro. Su trigo sufría sed. No había mas que verlo.

¿Grande el perro, papá? No, chico. Pasó un momento. ¡Pobre Yaguaí! prosiguió Julia. ¡Cómo estará! Súbitamente Cooper recordó la impresión sufrida al oir aullar al perro: algo de su Yaguaí había allí... Pero pensando también en cuán remota era esa probabilidad, se durmió.

Pues usted respondió ella lánguidamente está algo desmejorado. Confesó que, en efecto, no andaba bueno desde que..., desde que se había acatarrado un poco. Le daba vergüenza referir lo de la noche en vela, el desmayo, la fuerte impresión moral y física sufrida con tal motivo. Nucha empezó a hablarle de algunas cosas indiferentes, y pasó sin transición a preguntarle: ¿Ha visto usted la pequeñita?

Á estas palabras que le recordaban la afrenta recientemente sufrida, Clementina cambió de color, y con voz agria dijo: Primo, te felicito: llevas bien la blusa. ¿Qué sabes , si no me has visto? Me lo han dicho. ¿Quién? ¿Ese canalla de Bobart? Ese ... ¡tranquilízate; no le verás más! Después de su mala suerte, no lo dudo.

¡Igual que le ocurrió á Gulliver! se dijo el ingeniero . Debo estar soñando, á pesar de que me creo despierto. Y para convencerse de que no dormía, quiso mover su brazo derecho. Aún perduraba en él la torpeza sufrida en la noche anterior. Se acordó de las picaduras y de la parálisis que se había extendido luego por sus miembros.

Samper, más desesperado aún por el retraso del viaje que por la vergüenza sufrida, se había desbordado en palabras de indignación. Los presentes compartíanla con él y censuraban acremente a Tristán, a quien García no osaba apenas defender. El desgraciado agente, sin ir a su casa, tomó otra vez el tren. Pocos días después un hombre enlutado se presentó en casa de Tristán. Era Samper.

Un hecho de desgarradora elocuencia vino, por fin, a demostrar la imposibilidad de que continuara aquel desconcierto, fundado en la profunda variación sufrida por la madre y la hija. Una noche Leocadia volvió sola de La limosna. ¿Y mamá? la preguntó su hermano. Mamá no viene.