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«Oye, Papitos le dijo . Ven acá, y atiende bien a lo que te encargo. Yo tengo que salir otra vez. Das de comer al señorito Nicolás y al señorito Maxi; pero este vendrá mucho más tarde que su hermano. Fíjate bien, y no salgas luego haciendo lo contrario de lo que te mando.

¿No me das la mano? dice Martín en tono de amistoso reproche. Y, al tendérsela Juan vacilando, se la aprieta cordialmente... ¡Ah! ¡cuánto daño puede hacer un apretón de manos! El tumulto de la fiesta se extingue a lo lejos.

Se ha refugiado en una miserable casa de huéspedes donde no hay más que toreros de invierno, jugadores y gente perdida... Le visitaste hace cuatro días; has ido después varias veces... Lo por el ama de la casa, que es una Aspasia jubilada, y tiene relaciones con uno de mis más desgraciados enfermos. Reflexiona lo que haces, mira bien qué pasos das y entre qué gente vas a meterte.

MARTÍN FIERRO 1103 moreno, te dejas cair como carancho en su nido; ya veo que sos prevenido, mas también estoy dispuesto; veremos si te contesto y si te das por vencido. 1104 Uno es el sol, uno el mundo, sola y única es la luna ansí han de saber que Dios no crió cantidá ninguna. 1105 El ser de todos los seres solo formo la unidá; lo demás lo ha criado el hombre después que aprendió a contar.

A pesar de esto, el príncipe llegaba puntualmente. Para excusarse, hacía memoria de unas palabras de la duquesa. Al día siguiente de su primera y ruidosa ganancia, se había levantado al verle entrar en el salón, tirando de sus dos manos para hablarle aparte. me das la buena suerte susurró en su oído . Estoy segura de que es así. Gano desde que somos amigos. ¡Ven, ven siempre!

Quiteria, toda honesta y toda vergonzosa, asiendo con su derecha mano la de Basilio, le dijo: -Ninguna fuerza fuera bastante a torcer mi voluntad; y así, con la más libre que tengo te doy la mano de legítima esposa, y recibo la tuya, si es que me la das de tu libre albedrío, sin que la turbe ni contraste la calamidad en que tu discurso acelerado te ha puesto.

6 de agosto. ¿Sabes que estoy celoso del interés que tomas por todo lo que se refiere a Elena Lacante? La pobre niña es interesante, pero yo también, qué diablo... Y no parece que te das cuenta de ello. Voy, pues, a decirte el estado de Elena. La crisis que se esperaba ha traído un alivio de la fiebre y la muchacha empieza a revivir, a mirar a su alrededor y a darse cuenta de las cosas.

He perdido la cuenta de los que han venido a cobrar piquillos de las tiendas, cantidades que no se han pagado ya por tu desarreglo... Porque la verdad, yo no dónde echas el dinero... Responde, mujer... defiéndete siquiera, que si a todo das la callada por respuesta, me parecerá que aún te digo poco».

De cualquier modo, la cosa no es divertida. ¡Canástoles! saltó don Alejandro entonces . Es que das por hecho que ese chico ha de serte molesto y aborrecible; y ¿por qué no ha de resultar todo lo contrario después que le trates? Porque es imposible eso, respondió Nieves con un acento de convicción tan absoluta, que dejó suspenso a su padre.

Oye, maridito mío: que eres tan bueno, ¿por qué no das un paseo al bebé en su cochecito? El último que ha nacido, ¿sabes? el que lleva el número setenta y dos. Ya ves, alma mía, que, sola como estoy, no puedo llegar á cuidarlos á todos. Y el trabajador infatigable, procreador de un mundo entero, debía poner la mesa, lavar los platos y pasear al recién nacido en un cochecito de su invención.