Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 4 de junio de 2025


Miró Watson su reloj con impaciencia. Son cerca de las siete, y hemos de vestirnos y comer antes de ir á la Opera... Cuando las mujeres se ponen á comprar trajes y sombreros, no acaban nunca. Celinda remedó la fingida indignación de su esposo con graciosos ademanes, y acabó por besarle, entrándose luego en la habitación inmediata para cambiar de vestido.

¿Quién te había de decir, hermosa, cuando arrastrabas hace poco la cola por Oviedo, que tan pronto habías de llegar á pedir perdón á este pobre minero y á besarle los pies?... Porque has de besármelos, ¿sabes? De otra suerte no saldrás más de aquí. No quisiste ser señorita, preferiste ser aldeana. No te aplaudo el gusto y menos que lo hayas hecho por amor á ese zote de Villoria.

El doctor obedeció y después de besarle la frente salió del aposento. Junto a la puerta estaba Amaury. El padre de Magdalena, sin despegar los labios le llevó de la mano al oratorio de su hija; allí se arrodilló ante la cruz y obligando también al joven a arrodillarse le dijo: ¡Oremos, hijo mío! ¡Dios eterno! ¿Ha muerto ya Magdalena? gritó Amaury. No.

Harry era un precioso muchacho de seis años y Bella una linda niñita de cinco; ambos tenían los grandes ojos negros de la madre y sus dorados cabellos. Después que el cura besó a los dos niños, Harry, que miraba con admiración el uniforme de Juan, preguntó: ¿Y al militar debemos besarle también, mamá? Si queréis respondió ella, y si él consiente.

Mas, ¡oh raro prodigio!, el viejezuelo alzó en el aire el báculo en que se apoyaba y dirigió la contera hacia el caballo que sobre él venía. El caballo dobló al punto las rodillas y bajó la cabeza hasta el suelo, como para besarle con humildad.

Cogió al niño de brazos de su cuñada, y sin mirarlo, como si quisiera evitar un enternecimiento indigno de él, lo pasó a los brazos de la vieja, encargándole su cuidado... Era asunto de media hora: volverían pronto por él, en cuanto terminasen cierto encargo. Marieta rompió en sollozos y se abalanzó al niño para besarle. Pero su cuñado tiró de ella. Avant, avant. Se hacía tarde.

El ademán de uno de los chicos le pareció a la buena señora que era de besarle la mano. De esto a darlo por hecho no tardó tres segundos. Por otra parte la manía de hablar siempre de cosas del otro mundo, ¿no era también indicio de su profesión? ¡Tendría gracia que hubiera alojado en su casa a un cura apóstata! ¿Qué diría don Matías el capellán castrense? ¿Qué diría Freire?

Por eso cuando el joven, herido de algún desdén, de alguna palabra malévola de su mujer, se desataba en denuestos contra ella, sonreía con tristeza, procuraba calmarle, segura de que su cuñado no tardaría en humillarse, en ir contrito y avergonzado a besarle los pies. Cuando el prócer terminó al fin su monólogo, hubo unos instantes de silencio.

Ganas me dan de besarle... Si estuviera bien dormido... ¿Despertará?... Por un beso... ¡Qué placer! ¡Dulce amor mio! ¡Ay! ¡se mueve!... ¡Chist!... ¡Silencio! no se despierte mi niño. Ya se sosegó, ya vuelve á sus labios bendecidos la sonrisa; ya respira como hace poco, tranquilo. ¡Ay! no respiraba así cuando estuvo tan malito. ¡Qué pálido estaba entónces!

Ni Federico ni nadie.... ¡Déjame en paz!... mira, aquí está el padre Ortega; levántate. #Más personajes.# Un clérigo alto, de rostro pálido y redondo, joven aún, con ojos azules y mirada vaga de miope, apareció en la puerta. Todos se levantaron. La marquesa de Alcudia avanzó rápidamente y fué a besarle la mano. Detrás de ella hicieron lo mismo sus hijas, Mariana y las demás señoras de la tertulia.

Palabra del Dia

rigoleto

Otros Mirando