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Actualizado: 12 de junio de 2025
Infinidad de acciones u omisiones, antes y después lícitas, eran penadas entonces con la pérdida de la vida, la libertad, los ojos, la lengua, las manos o los bienes. "Con respecto a la crueldad la evidencia sobreabunda, dice también Robertson. En Nuremberg se ha conservado una colección de instrumentos de tortura, empleados hasta la Reforma. Es un arsenal de horror.
Basta, basta dijo al cabo apartándola suavemente. ¡Que me vas á gastar la figura, hija mía!... Ya ves, soy poco y me vas á dejar en ná añadió riendo. Para mí lo eres todo, la ciudad de Cádiz, el Puerto, San Fernando y el arsenal no valen lo que este bigotito negro tan suave como la seda. Y se lo atusaba con la punta de los dedos, clavándole al mismo tiempo una mirada de adoración infinita.
Resulta, pues, de todo lo dicho en este párrafo, que las oficinas de la hacienda pública de Filipinas necesitan de una reforma grande, y dejar reducido el número de empleados á los puramente precisos, útiles y necesarios: que por ahora no hay necesidad de conceder empleos á persona alguna para aquellas Islas, pues hay un sobrante de empleados muy considerable: que hay poca economía en la administracion, y que debe reformarse y procederse en ella con mas atencion y cuidado que hasta aqui: que debe desaparecer ese sistema ruinoso de libranzas, sustituyéndose á ese método de traer dinero á la Península la construccion de buques de guerra; pues el arsenal, la infinita multitud de maderas de construccion que producen las Islas y demas requisitos para el caso, todo lo posee Manila en tan alto y aventajado grado, cual puede desearse: que en la provision de vacantes que ocurran en todo jénero de empleos, y cuando ya no haya escedentes ó supernumerarios que colocar, debe ser atendido el mérito, aptitud y servicios de los empleados en aquellas provincias, y darse lugar en la escala que debe establecerse á los hijos de los españoles que despues de muchos años de servicios en las Islas, han fallecido dejando á la posteridad su buen nombre, y á sus familias poco menos que en la indijencia: y por último, que las rentas del tabaco y vino deben ocupar un lugar muy preferente en el ánimo del Gobierno, para sacar de ellas todas las ventajas de que son susceptibles, mandando se les dé toda la amplitud y estension que deben tener en beneficio de la riqueza del pais y aumento de las utilidades para el tesoro público, adoptando para todo las medidas justas y prudentes que pueden conducir al logro de objetos tan importantes.
Al S.-O. ó la parte superior del rio, están la Esplanada de armas, la Ciudadela y el Arsenal militar, dominando el muelle. Al N-E. ó la parte inferior, se extienden los Diques «grande» y «pequeño», que abrigan un gran número de buques mercantes de vapor y de guerra y están rodeados por vastos almacenes de depósito.
Empezó dando puntadas. Como al principio era su charla frívola y de gacetilla, todos se reían y el Pater estaba en sus glorias. Pero poco a poco iba sacando Rubín proposiciones serias. El poder temporal del Papa fue puesto por los suelos, sin que ninguno de los tonsurados hiciese una defensa formal. El Pater y Quevedo tomaban la cuestión con calma, oponiendo a los ataques de Rubín argumentos evasivos en estilo joco-serio. Pedernero lo echaba todo a chacota; pero una noche que llevó Rubín, bien fresquecito y pegado con saliva, el tema de la pluralidad de mundos habitados, Pedernero empezó a despabilarse. Era doctor en Teología, y aunque había ahorcado los libros hacía mucho tiempo, algo recordaba, y tenía además grandes dotes de polemista. Rubín salió un tanto contuso; pero en retirada se defendía bien con su flexibilidad y agudeza. Más adelante llevó un arsenal de argumentos contra la revelación. «Esto no lo creen ya más que los adoquines...». Todo el Viejo Testamento no era más que un fraude, una imitación de las teogonías india y persa. Bien se veía la reproducción de los mismos mitos y símbolos. El pecado original, la expulsión del paraíso, la encarnación, la redención, eran una serie de representaciones poéticas y naturalistas que se reproducían al través de los siglos, «lo mismo a orillas del
Ginebra, siendo tan pequeña, posee ademas: un observatorio astronómico, un conservatorio de música, varios colegios secundarios, un arsenal, una excelente máquina hidráulica que funciona en el Ródano para el servicio de la ciudad, y numerosos establecimientos de enseñanza primaria, beneficencia, crédito y economía.
Añadí que con tales condiciones podía asegurar que todo el pueblo filipino se uniría á la revolución para sacudir el yugo de España, no siendo de extrañar que algunos pocos estuvieran aún de su parte por falta de armas, ó por conveniencias personales. Así concluyó esta primera conferencia con el Almirante Dewey, á quien anuncié, que residiría en la Comandancia de Marina del Arsenal de Cavile.
Cuando decía: ¡Abajo los privilegios, abajo lo superfluo, abajo ese lujo que llaman rey...! ¡Ah! Si es mucha boca aquella." Calleja repetía estos trozos de discurso con mucho énfasis y afectación. Recordaba la mitad de lo que oía, y al llegar la ocasión comenzaba á desembuchar aquel arsenal oratorio, mezclándolo todo y haciendo de distintos fragmentos una homilía substancial y disparatada.
D. Baltasar volvió sin resolución ni desengaño, y en la ausencia había pasado el suplicante de la estrechez á la miseria por más y más humildes habitaciones en la calle del Temple y faubourg Saint-Victor . En 1608 se mudó á la calle de la Cerisaie, cerca del Arsenal y de la iglesia de San Pablo; á ésta iba frecuentemente á demandar á Dios el consuelo que los hombres le negaban , y en el tiempo que los achaques y las oraciones no exigían, entretenía el espíritu ejercitando la pluma siempre activa.
Tal ha sido su actividad; tales el entusiasmo y buen ánimo de los maestros y obreros á sus órdenes en los diferentes talleres del Arsenal, que el 26 de Junio, á los sesenta y tres días de funcionar las hachas, el casco de la nueva Santa María se deslizaba sobre las anguilas de la grada hundiendo la popa en las saladas ondas y flotando gallardamente, saludada por la concurrencia, con un calado medio de 1 metro 47 que era justamente el calculado.
Palabra del Dia
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