Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !

Actualizado: 14 de junio de 2025


-Ya lo querría ver -respondió Sancho-, pero pensar que tengo de subir en él, ni en la silla ni en las ancas, es pedir peras al olmo. ¡Bueno es que apenas puedo tenerme en mi rucio, y sobre un albarda más blanda que la mesma seda, y querrían ahora que me tuviese en unas ancas de tabla, sin cojín ni almohada alguna!

Volvió a dejar caer la cabeza sobre la almohada, y después de breve silencio dijo con voz apagada y vacilante: Serías muy ingrata ... , muy ingrata.... ¡Tu pobre mamá te ha querido tanto!... Dame un beso.... No llores.... No siento dejar el mundo.... Lo que me dolería es que , hija de mi corazón ... que .... ¡Qué pensamiento tan horrible! ¡Cuánto me ha hecho sufrir!

En el seno de tu madre Tu frente oculta, ángel mio, Cual la gota de rocío En el cáliz de la flor, Y mientras el mundo torpe No empañe de tu cabeza El sello de la pureza, Duerme tranquila, Leonor. Flor delicada y hermosa En el jardin de la vida, Hoy te miras protegida Por el maternal amor. ¡Ay! antes que por los cierzos Te mire despedazada, En esa blanda almohada Duerme tranquila, Leonor.

Mauricia apretaba los dientes; pero al fin, debió darle en la nariz el olorcillo, porque abriendo la bocaza, se lo atizó de un trago. ¡Cómo se relamía la infeliz! Se calmó y ¡pum!, la cabeza en la almohada.

Al fin me armé de valor y entré muy suavemente en su cuarto. La encontré arrodillada junto a la cama, con el rostro oculto en la almohada, y parecía orar. Me quedé inmóvil en el umbral, pues no me atrevía a perturbarla. Al fin, se volvió y al verme se levantó estremeciéndose. ¿Qué quieres? balbució. Yo me colgué de ella y mis sollozos habrían enternecido a un corazón de piedra.

Que nunca á tu vivir falte ese aliento, Que siempre de tu esposa el blando acento Mitigue tu dolor; Que nunca falten flores á tu almohada, Ni miel en tu colmena perfumada, Ni en el hogar el hijo de tu amor. ¿POR QU

Cuando salió á los salones, se mostraba serena; pero severa, sombría. Poco después los novios y los que representaban como padrinos á los reyes, fueron presentados á éstos. Después doña Clara tomó la almohada de dama de honor.

La confianza y la alegría renacieron al entrar en el hotel como si entrase en un lugar de asilo. La encontró en la cama, la cabellera esparcida sobre la almohada como una ola de oro, los ojos entornados, la boca sonriente como si la sorprendiera en mitad de un ensueño saboreando sus recuerdos de amor.

Extendió sus manos hacia : repentinamente, aquella mano se cerró con violencia y se extendió en el espacio con un gesto amenazador: vi revolverse y rodar sus ojos entre sus órbitas dilatadas, como si una bala le hubiera herido el corazón. ¡Oh! inglés murmuró. Volvió á caer sobre la almohada como una masa inerte. Estaba muerto. Llamé apresuradamente, y todos acudieron.

Y te juro que eso no lo soportaría. Todo, menos que se escurra como un alevoso ladrón. Apoyó fuertemente su cara en la almohada, y por algunos momentos no se oyó otro ruido que el tic-tac del reloj, encima de la mesa. Melín encendió un puro y se acercó a la abierta ventana. La luna ya no iluminaba el cuarto, y la cama y el que la ocupaba quedaron en las tinieblas.

Palabra del Dia

vorsado

Otros Mirando