United States or Myanmar ? Vote for the TOP Country of the Week !


Los sepultureros habían formado con el barro una especie de montículo sobre el cual habían arreglado, medio bien, medio mal, las coronas; no había mujer alguna en el entierro que se encargara de eso. Los vecinos se habían retirado; no quedábamos ya sino el pastor, Lotario y yo.

Al leer esto el licenciado Sarmiento, le bailaron los ojos de alegría. Porque el licenciado Sarmiento era alcalde en cuerpo y en alma, y se alegraba de los delitos, como los médicos se alegran de las enfermedades, los clérigos de los entierros, y los sepultureros de los muertos. La alegría le hizo detenerse un momento, y luego prosiguió: «Un hombre ha sido asesinado á traición.

Con esta conversación salieron de la casa susodicha, y a mano derecha dieron en una calle algo dilatada, que por una parte y por otra estaba colgada de ataúdes, y unos sacristanes con sus sobrepellices paseándose junto a ellos, y muchos sepultureros abriendo varios sepulcros, y don Cleofás le dijo a su camarada: ¿Qué calle es ésta, que me ha admirado más que cuantas he visto, y me pudiera obligar a hablar más espiritualmente que con lo primero de que te admiraste?

Gente pobre era, que los pobres son los que más madrugan, la que al entierro había acudido, y viendo que la hermosa joven necesitada de socorro, y aun de alguna caritativa limosna parecía, fuéronse esquivando, que la pobreza tiene aún este dolor, que no puede seguir los impulsos de su caridad; y habíanse ido cura y monaguillo, y con ellos los cofrades, y cubierta ya la huesa, ídose habían también los sepultureros, y solos en su solo cabo, con su dolor y su conmiseración, habíanse quedado la desconocida joven y Cervantes, y junto a ellos el perro con el hocico siempre pegado a la tierra.

Estoy encargado de llevar a la señorita Elena al lado de su padre dije prontamente para destruir en el ánimo de aquella mujer la mala idea que tenía de Lacante. , eso la consolará acaso, si su padre es un poco bueno para ella. ¡No ha sido muy mimada, la infeliz! La llegada de nuevos invitados me obligó a volver al salón. En seguida llegaron los sepultureros.

Retuércele el cuello para que deje de sufrir, y da libertad a su alma de ángel.... ¡Ojalá nos retorciesen el cuello a todos cuando nacemos! ¡Ojalá yo se lo hubiese retorcido a mis hijos... ¿Han estado aquí esos sepultureros, Andreíña? ANDREÍ

Siguiolos Cervantes, y con él algunos de los piadosos fieles, y vio que el entierro se entraba por las puertas del cementerio, y entrándose él también, pasando por entre las tumbas sobre el césped sembrado de blancos huesos, que gran descuido había entonces en los cementerios, llegó con las otras personas caritativas a un negro rincón en la umbría, donde una profunda sepultura se veía abierta; y allí pareció de nuevo el sacerdote, y asistían los sepultureros, y se cantó el último responso, y quitada la difunta del medio ataúd, lo que decía harto claro la gran pobreza de la mujer superviviente, que hasta el borde de la hoya había llegado, en ella fue puesta por los cofrades; y acreciendo entonces los ayes dolorosos de la mujer, dio a los hermanos un pañizuelo para que sobre el rostro de la finada le pusiesen, y habiéndola dado la pala con algo de tierra, un sepulturero, la arrojó sobre el cadáver temblorosa, y en el mismo punto de las desfallecidas manos fuésele la pala, y dando una gran voz de dolor desmayose, y por tierra cayera, si Cervantes, que como a impulso de un poder incontrastable se había llegado, en sus brazos no la sostuviera.

Señor, defiéndele del escándalo de la huesa y de las penas de la Jehenna, y danos buen fin en nuestros dias: amen." Abdullah da salam á la concurrencia, en seguida es entregado el cadáver á los sepultureros, y al hundirle en la huesa, donde es cuidadosamente depositado de cara á la quibla, dice por última vez el príncipe: «Señor Allah! nuestro hermano dejó el mundo y va hácia .

Cuando un naufragio arroja cantidad de medusas ú otros cuerpos, veréis ondular la arena, moverse, cubriéndose en seguida de nubes de esos sepultureros bailadores, que hormigueando, dando brincos, limpian alegremente la playa, esforzándose para dejarlo todo barrido entre dos mareas.