United States or Niger ? Vote for the TOP Country of the Week !


Quevedo lo dice, y hace su aserción verdadera el que la Inquisición revisó los libros de Quevedo, como los revisaba todos, y no se opuso á lo que decía respecto á los enamorados de las monjas, ni lo tachó ni lo encontró inmoral. Esto estaba en las costumbres de entonces; lo sabía todo el mundo, y no había por qué prohibir un libro que no decía más que lo que todo el mundo sabía.

A seguida Montiño revisó una por una las cacerolas puestas al fuego, se enteró de todos los pormenores, y viendo que todo estaba á punto para el almuerzo y la comida de sus majestades, se escurrió hacia la puerta de la cocina, evitando el mirar al alguacil, porque se le figuraba que no viéndole tampoco el corchete le veía. Este no dijo una palabra, pero se fué en silencio tras Montiño.

Y para estar más tiempo en la cocina que en la sala, revisó los pucheros, y se puso a picar la ensalada cuando aún no hacía falta. De rato en rato daba una vuelta por la sala, donde Maximiliano se había puesto a estudiar. No le era fácil aquel día fijar su atención en los libros. Estaba muy distraído, y cada vez que su amiga entraba, toda la ciencia farmacéutica se desvanecía de su mente.

Al volver a su casa, revisó la lumbre y se puso a limpiar y a barrer. Mientras quitaba el polvo a los muebles, volvió al tema: «No se encuentra todos los días un hombre que quiera echarse encima una carga como esta». Hizo la cama y después empezó a peinarse.

Le tomó los papeles, y cuando sus dedos rosados tocaron los suyos, sintió un cosquilleo en el corazón, en la espalda y en las piernas, que, francamente, le hizo pasar un mal rato. Ella, ruborosa, le miraba con sus ojos brillantes e incomparables. Revisó los papeles a la ligera y se convenció de que no le daban luz alguna en la cuestión.

Se revisó, pues, el tomo I, ya publicado, se le hicieron algunas innovaciones y adiciones, se le pusieron más notas, se distribuyó en capítulos, etc..., y cuando ya estaba pronto para la impresión, y hasta escrito y firmado el recibo de pago de su propiedad, faltando sólo que el editor se llevase el original para la imprenta, se presentó éste en casa del traductor para participarle que había variado de resolución, y que ya no lo publicaba.

Los examinó detenidamente, revisó sus cascos a ver cómo estaban de herraduras, arregló los aparejos, mientras escuchaba dentro de la taberna un alegre y continuado retozar, salpicado de frases tiernas, carcajadas y no pocos golpes. Allá, después de bastante rato, salió Celesto con las mejillas pálidas de fatiga y las narices más requemadas que antes.

Atusándose gallardamente los mostachos, hizo hablar a Jacinto como adivinando sus deseos... Y poco a poco fue sabiendo todo lo que podía saber, aunque se lo explicaba a su modo... Por curiosidad revisó algunos números atrasados de El Correo de las Niñas y La Mañana, que traía su visitante en el bolsillo.

Pepe comprendió que el Padre R... era su hermano, y profundamente disgustado, hizo que Millán averiguase la verdad del caso preguntándolo en la imprenta de aquel periódico, y al mismo tiempo revisó cuidadosamente los demás que había de leer su padre, decidido a evitarle la desazón que pudiera acarrearle la noticia.

Chichí revisó á Julio con los ojos, de pies á cabeza, descubriendo inmediatamente los detalles de su elegancia militar. El capote estaba rapado y sucio, las polainas arañadas, olía á paño sudado, á cuero, á tabaco fuerte; pero en una muñeca llevaba un reloj de platino y en la otra la medalla de identidad sujeta con una cadena de oro.