United States or Brunei ? Vote for the TOP Country of the Week !


El antiguo mancebo de D. Mauro Requejo hallábase tan demacrado, tan excesivamente amarillo y mustio, como si hubiera vivido diez años de penas en el transcurso de algunos días. Sus ojos encendidos conservaban huellas de recientes lágrimas, y su desmadejado cuerpo se movía con pesadez, como si le fatigara su propio peso.

El segundón lanza su grito en medio del campo, como un gigante antiguo, desnudo y vencedor. A sus pies, con la cabeza abierta, muerden la yerba Sebastián de Xogas y Pedro Abuin. Los otros segundones casi sucumben bajo la acometida de todos los chalanes unidos. ¡Siete contra tres!... ¡Miserables! ¡Como si fuesen setenta! ¡Yo para uno solo! El mozo, siempre blandiendo su pica, va sobre Don Mauro.

Le conocí cuando yo servía en casa de D. Mauro Requejo..., y por cierto que el señor licenciado y yo tuvimos una cuestión con motivo de cierta jovencita..., una infeliz, señora, una desgraciada chiquilla, huérfana de padre y madre. A ver, cuéntame eso. Pues los Sres. de Requejo, que eran dos puerco-espines martirizaban a la damisela.

Diversas tentativas, continuadas por siglos enteros, entre las cuales puede mencionarse El milagro de Theóphilo, la obra dramática más antigua relativa á la tradición de Fausto , habían logrado que se perfeccionase entre los franceses este espectáculo, hasta llegar á su forma más acabada hacia fines del siglo XIV. La causa externa, que le dió impulso, fué la siguiente: hacia el año de 1398 se formó una hermandad de ciudadanos y menestrales de París con el objeto de representar dramas religiosos, y eligieron para dar estas representaciones la aldea de Saint-Maur les Fossés, junto á Vincennes, porque concurrían á ella muchos peregrinos á visitar las reliquias de San Babolen y de San Mauro, y la fuente milagrosa que allí corría.

Los Padres de San Mauro en la famosa edicion que han hecho de las Obras de San Agustin, han impreso esta Dialéctica en el tomo primero, poniéndola, como lo merece, entre los apócrifos, atribuidos á este Santo Padre.

Hijo, es preciso hacer algo por la vida: considera que es uno un pobre, con mujer, nueve hijos, dos suegras y tres cuñadas; dos suegras, señor, la madre y la abuela de mi mujer, y si uno no se da maña para mantener a este familión... La verdad es que a todos les di cordelejo: a D. Mauro, al papanatas de Juan de Dios, y a ti mismo, que ahora resucitas para pedirme a Inés. ¿Pero la amabas ?

¡Era la madre de los pobres! ¡Nunca hubo puerta de más caridad! ¡Dios nuestro Señor la llamó para y la tiene en el Cielo al lado de la Virgen Santísima! ¡Era la madre de los pobres! La cocina, en la casona de Flavia-Longa. Don Rosendo, Don Mauro y Don Gonzalito, se desayunan con migas y buen vino, al amor de la lumbre.

Santa Cruz y Arnaiz. Vistazo histórico sobre el comercio matritense i Don Baldomero Santa Cruz era hijo de otro D. Baldomero Santa Cruz que en el siglo pasado tuvo ya tienda de paños del Reino en la calle de la Sal, en el mismo local que después ocupó D. Mauro Requejo.

El grito de Don Mauro es un claro clarín. ¡Para , tres! Una rincón en la iglesia de Flavia-Longa. Lega como mosconeo, la voz desentonada y gangosa el abad, un exclaustrado ordo, que guía las Cruces en la Capilla e Jesús Nazareno. Una mujeruca del pueblo, que lleva el manteo a modo de capuz, suspira al terminar sus rezos y besa la tierra con la lengua.

Sala desmantelada en una casa hidalga, a la entrada de Flavia-Longa. Llegan hasta allí, desde otra estancia, las voces de los criados, que rinden el planto a la señora, que acaba de morir. Los hijos han hecho campaña en la sala, y rifan al son que se reparten lo que afanaron al saquear la casa. Allí están Don Pedrito, Don Rosendo, Don Gonzalito, Don Mauro y Don Farruquiño.