United States or Bahamas ? Vote for the TOP Country of the Week !


Tertuliano, Eusebio Cesariense, San Clemente Alejandrino i algunos autores mas, tratan á la larga de las conquistas i navegaciones hechas por Nabuco, así en la Libia, como en toda Asia hasta Armenia, i ninguno habla de la venida i toma á sangre i fuego de la península hispánica.

Elías creció mas, y siguiendo la discreta opinión de un lector del convento de dominicos de Tarazona, que fué á predicar á Ateca el día de la Patrona del pueblo, le mandaron á estudiar humanidades con los padres de dicho convento. Ya tenía doce años; allí creció su reputación, y á poco fué tan gran latino, que ni Polibio, ni Eusebio, ni Casiodoro se le igualaran.

Y efectivamente, el joven era aplicado. Pasábase las noches en vela, devorando á Eusebio, á Cavalario y á Grotius. Atarugábase con enormes raciones diarias del libro De locis teologices, y cuando iba á clase descollaba entre todos.

Y aún sufría más por mi empeño de que aquí no se conociese tu situación. ¡Un Luna, el hijo del señor Esteban, el antiguo jardinero de la Primada, con el que conversaban los canónigos y hasta los arzobispos... mezclado entre la gentuza infernal que quiere destruir el mundo...! Por esto, cuando Eusebio el Azul y otros chismosillos de la casa me preguntaban si podrías ser el Luna de que hablaban los periódicos, yo decía que mi hermano estaba en América y que me escribías de tarde en tarde, por andar ocupado en grandes negocios. ¡Ya ves qué dolor!

A pesar de los esfuerzos de Miranda, de los auxilios que encontraba, de alguna que otra accion en que el enemigo era rechazado, no por eso dejaba de agravarse la causa de la independencia, siendo derrotados sus patriotas hasta en las llanuras de Carácas, en Calabozo y San Juan de los Morros, donde el jefe español Don Eusebio Antoñanzas pasó á cuchillo, sin piedad alguna, no solo á los prisioneros sino tambien á las mujeres y los niños.

A las ocho de la mañana eché el bote al agua, y lo mandè en busca de la gente á tierra, y de todos ellos solo el contra-maestre y un marinero pudieron pasar el pantano para embarcarse en él, y los restantes, temiendo quedar ahogados en el fango, no se determinaron á pasar el pantano que mediaba entre ellos y el bote: los dos marineros, Eusebio Gonzalez y Manuel Alcain, al amanecer volvieron á emprender la descubierta del Rio Colorado, á los cuales les habia yo dado la señal de los dos árboles mencionados arriba.

D. Pedro Cerviño, Ingeniero de la expedicion. D. Juan Insiarte, primer piloto de la Real Armada. D. Antonio Alonso, Capellan. D. Blas Pedrosa, lenguaraz. D. Eusebio Caraballo, baqueano. 2 Oficiales de blandengues. 100 soldados de dicho cuerpo. 20 pardos milicianos. 20 peones. 16 criados. 168 Viveres.

Acusados por unos voluntarios, Eusebio Valdés Domínguez, hermano de Fermín, Manuel Sellén y Atanasio Fortier, del enorme delito de haberse burlado de ellos al pasar de regreso de una gran parada, por la casa de la familia de Valdés Domínguez, vinieron, ya entrada la noche, a prenderlos.

ESTUDIOS CRÍTICOS SOBRE LA HISTORIA DE ARAGÓN, por D. Vicente de la Fuente. Tres tomos con el retrato del Autor, 13 pesetas. Ejemplares especiales. ESTUDIOS GRAMATICALES: introducción a las obras filológicas de D. Andrés Bello, por D. Marco Fidel Suárez. Un tomo, 5 pesetas. Ejemplares especiales. POESÍAS de D. José Eusebio Caro Un tomo, con el retrato del Autor, 4 pesetas. Ejemplares especiales.

Leandra se enreda en vulgarísimos amores con un seductor no menos vulgar, llamado Juanito Mardura, con quien se escapa y quien la mantiene. Y, por último, Eusebio, en pago de su paterno consentimiento y beneplácito en la nada decente unión de Leandra y Juanito, acepta gustoso y lleno de gratitud el empleo de administrador de ciertos bienes que posee Juanito en un lugar lejano.