United States or Belize ? Vote for the TOP Country of the Week !


Como su rostro era ya de lo más desgraciado que pudiera verse, aquel surco sinuoso y colorado acabó de prestarle una apariencia monstruosa y hasta temible. Era más joven que su hermana María. No llegaba aún a los cincuenta años. Vivía célibe y solo en la casa solariega que los Oscos tenían en la calle del Pozo, nada magnífica por cierto.

Las costas del Colorado, tan yermas en el dia, abrigaban en otros tiempos tribus numerosas. Los "Diuihets" y los "Chechehets," á quienes los españoles llamaban Pampas: los "Puelches" y los "Tehuelches," mas conocidos con el nombre de Serranos ó Patagones, poblaban estas vastas soledades , de donde se lanzaban como fieras sobre nuestros establecimientos rurales.

El país entre el Hueyque-leubu y el rio Colorado es casi lo mismo, aunque hay mas lagunas y pantanos entremezclados con bosques. El primer Desaguadero, ó rio Colorado, es uno de los mayores rios de este país.

A cuya partida le dió órden el Comandante no volviese sin traer noticia fija del paradero de los indios enemigos, respecto á que la dicha cautiva decia haber dejado de esta banda del Rio Colorado 42 toldos. Dia 22.

A mediodia llegó bordo el cacique Uzel, con 18 indios y la lenguaráz mulata; y porque este es el que pára ahora en el Colorado, y ser el cacique mas inmediato á nosotros, lo regalé mucho, como tambien á todos los indios que le acompañaban.

Hay un cuadro en la sala, que tiene detrás, para que no se caiga, un pomo de olor: y es una niña de sombrero colorado, que trae en los brazos un cordero.

El conde se puso colorado hasta las orejas, y las hubiera entregado seguramente a las tijeras por no haber pronunciado aquellos dos fatales monosílabos. Bien... dijo la joven alzándose de la silla. Hasta luego. Me alegro de verte bueno. ¡Escucha! ¿Qué hay? dijo retrocediendo el paso que había dado para alejarse y posando en él unos ojos sonrientes y maliciosos que concluyeron de fascinarle.

Era este un mozo muy galan, lleno de cara, blanco y colorado, las cejas altas y arqueadas, los ojos despiertos, encarnadas las orejas, roxos los labios, el ademan altivo, pero no aquella altivez de un Español, ni la de un jesuita.

¡Qué picante eres, Flora! exclamó el zagal poniéndose colorado. ¿No ves, querido manifestó la muchacha soltando una carcajada, que con esa carita tan blanca y sonrosada va á parecer que bailo con otra mujer disfrazada? El mancebo se sintió herido en lo profundo del alma y guardó silencio.

"El camino que sale desde las orillas del Colorado con direccion al Sauce, sigue hasta Buenos Aires, segun me informó Matias, y á las ocho leguas está el manantial, ó pozo que cita el peon Juan José Gonzalez en su relacion: de este parage á las Salinas, de que se hace mencion en mis instrucciones, habrá como un dia de camino: dichas Salinas, dice el mismo indio y otros que he examinado, son abundantísimas, y de sal excelente.