United States or Finland ? Vote for the TOP Country of the Week !


Y haciendo por broma con su nombre un juego impío de palabras, añadió: Ya ves... me llamo Sacramento. Soledad, con un mohín despreciativo, repuso: Tienes razón. Lo mismo podrías llamarte Salvoconducto.

Acercósele, pues, el inocente Villamelón, preocupado por su idea, y después de algunas palabras insignificantes que dieron tiempo a Diógenes para vaciar por dos veces la copa, soltó al fin la pregunta misteriosa mirando a todas partes con cuidado: ¡Hombre, Diógenes!... que conoces a todo el mundo, ¿podrías decirme quién es la familia de Cucurbitáceas?

Entonces una mujer que ocupase un alto lugar en la corte de España, que supiese conspirar, que lo viese todo, que lo oyese todo y que te amase... sería tus pies y tu cabeza; podrías obrar aquí y allá... aprovechar las ocasiones propicias... ¿Crees que yo puedo ser esa mujer? . ¿Crees que yo soy capaz de sacrificarlo todo por ti? Lo creo.

Para vivir pobremente, comer mal y andar por esas calles hecha un guiñapo, cubierta la cabeza con un mantoncillo de mala muerte, cuando si quisieras podrías ir vestida como una reina y ser la envidia de las más encopetadas y ricas señoras de este lugar, sin que la propia doña Inés dejara de contarse en el número de las envidiosas. ¿Y cómo he de hacer yo ese milagro? preguntó Juanita.

Así acaso podrías más tarde, con habilidad y prudencia, convertir a la religión cristiana a los que fuesen súbditos tuyos y crear el reino del Preste Juan, que tal vez no existió nunca sino en la fantasía de los europeos, o renovarle con mayor esplendor y gloria, dado que existiese en el centro del Asia antes de que Temugin le destruyera, como sienten algunos autores.

Mírame bien añadió el gitano poniéndose la punta de su índice en la frente amplia y despejada , mírame bien, para que te acuerdes del condenado y de su clemencia; pero como mañana podrías creer que se trataba de un sueño, he aquí lo que te probará la realidad de tu visión. ¡Adiós, valiente!

No me adules. Di qué pretendes de . CREMATURGO. , que lo sabes todo, ¿no podrías decirme de qué medio me valdré para que mi amada sea mía, solamente mía? PROCLO. No llega tan lejos mi saber. Si llegara, le hubiese yo empleado en favor mío, que buena falta me ha hecho. CREMATURGO. Veo que tu saber no vale un comino. Harto me lo sospechaba yo.

Pensé que podrías haberte enamorado de... de Julio. ¿De Julio? , de Julio. ¡Qué idea! Un amigo tan leal, tan bueno, que con nosotras congenia tanto, se diría casi un hermano nuestro. Y sabes que viene aquí hace años. ¿Cómo se te ocurre que Camucha no me hubiera dado bromas con él, alguna vez? Y Laura llamó a gritos: ¡Camucha! ¡Camucha! ¡Pero que no venga Zoraida, ni nadie, sino Camucha!

¡Decir exclamó Charito que las muchachas inteligentes y lindas como están destinadas generalmente a casarse con hombres de espíritu vulgar! ¡Y también habías de perderte así, por tontera, por falta de reflexión! Yo estoy segura de que a Muñoz lo quieres en el fondo; no podrías dejar de quererlo. ¡Ah, en el fondo...! repuso Adriana distraída.

Con ese criterio la acción más noble y generosa resulta despreciable y lo mismo podrías pensar de otro maquinista que, al entrar con un tren rápido entre las quintas de Flores, vio un pequeño bulto en la vía, que a la distancia le pareció un perro; pero cuando estuvo casi encima, a pocos metros, vio que era una criatura, y sin tiempo material para parar la máquina pasó en dos brincos hasta el miriñaque y al llegar a la niñita, la levantó en alto con una mano, salvándola de una muerte segura.