United States or South Korea ? Vote for the TOP Country of the Week !


Si él no fuera tan desgarbado de cuerpo y le hubieran puesto a estudiar aquella carrera, ¡cuánto se habría aplicado! Seguramente, a fuerza de sobar los libros, le habría salido el talento, como se saca lumbre a la madera frotándola mucho.

Se ha perdido una batalla, el General tiene la culpa, es sofisma de esta especie, porque pueden concurrir otras mil cosas, que pueden ser causa de haberse perdido la batalla, aunque el General haya aplicado de su parte quanto pudiera conducir para ganarla.

Aquel plegarse a todos los oficios íntimos de alcoba, a todas las complicaciones del capricho de la enferma, de las voluptuosidades tristes y tiernas de la convalecencia, parecían en Bonifacio, por lo que toca al aspecto material, no las aptitudes naturales de un hermafrodita beato o cominero, sino la romántica exageración de un amor quijotesco, aplicado a las menudencias de la intimidad conyugal.

En esta tarea empleó Currita media hora larga, con el esfuerzo y la atención de un chiquillo aplicado que copia una plana, o de un petardista prudente que ensaya el modo de falsificar o desfigurar una letra.

Belarmino, como si le hubieran aplicado una corriente eléctrica, saltó sobre el asiento. Palideció mortalmente. En torno a los ojos se le abrió ancho y profundo foso de sombra; las pupilas se le desvariaron, abrasadas y resplandecientes. Proseguía la voz, en un curso homogéneo, estridente, seguro, inexorable.

Lo fue por influencia o mediación de D. Martín de las Casas y otros próceres. No les costó trabajo obtener este nombramiento del obispo, porque Gil se había hecho notar extremadamente como alumno aplicado e inteligente en el seminario de Lancia.

Estará á la verdad en su albedrio algunas veces ponerse delante del jardin ó del arbol; mas ya puesto y aplicado á mirarlos, no puede evitar el verlos.

No sólo en el rostro, sino en los ademanes, los gestos y el timbre de voz parecía una copia exacta. Luego el niño, por su comportamiento en el colegio, principió a causarle vivos placeres: era inteligente y aplicado. Los maestros se mostraban de él muy satisfechos.

En la primera de estas numeraciones me parece ver aplicado al tres, un nombre que debía corresponder al cuatro: es posible que fuera un error de imprenta. Puesto que tales nombres no se usan hoy en tagalog no nos ocuparemos de ellos; haciendo solamente notar la semejanza de los cuatro primeros nombres con los del tagalog de hoy. Isa, uno.

Don Anselmo llegó a confesar que le entraban ganas de ser cristiano; doña Manolita y su marido se sintieron más cristianos que nunca; D. Acisclo halló que su sobrino tenía casi tanto entendimiento como él, si bien aplicado a cosas menos prácticas; y doña Luz, embelesada, entusiasmada, añadió acaso, con su rica imaginación poética, mil quilates de hermosura, de novedad y de profundidad, al discurso del Padre, del cual no perdió ni una sola cláusula, comprendiendo el más hondo sentido del conjunto y de cada sentencia.