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Tambien las constituciones secas y nerviosas, en las que las membranas mucosas tienen, á espensas de la superficie cutánea, mayor suma de actividad y de hiperemia, son igualmente del dominio de la belladona.

Esta basílica cree Gomez Bravo fuese la que hoy se conserva junto á la Corredera con el nombre de Nuestra Señora del Socorro; y añade «que se mantendria á espensas de los cautivos cristianosNo vemos la razon por qué habian de mantener los cautivos esta iglesia habiendo en la ciudad cristianos libres que podian hacerlo; pues á pesar de la gran persecucion tenian en los años posteriores, como acabamos de demostrar, otras basílicas para el culto, alcaldes nombrados por el rey castellano, y libertad suficiente para consagrarles honrosas lápidas conmemoraticias.

Es doctrina semejante a otra que está en moda, y que consiste en afirmar que esto que llamamos genio es una enfermedad que proviene del mal de alguna entraña, o de la atrofia de todo un aparato, a espensas del cual se desarrolla el cerebro, o de alguna perturbación de todo o parte de nuestro organismo.

«Verdad es que el tal salon recuerda la grandeza característica de la monarquia española, que lleva impreso el sello de la elevacion ostentosa, que es casi proverbial en la península, y que como todos los edificios de su tiempo parece que testimonio de la robustez moral que el trono iba adquiriendo, merced á sus continuos triunfos y á espensas del poder de una aristocracia, mas turbulenta acaso en Aragon que en otro ninguno de los estados españoles, pero las reflexiones á que considerado el edificio bajo ese punto de vista daria lugar, prescindiendo de que no son para tratadas ligera é incidentalmente, salen por otra parte de la artística esfera en que debemos encerrarnos

Era la capilla mayor de la catedral antigua, labrada como en su lugar oportuno se dijo á espensas del rey D. Alonso el Sabio . Restaurada segun algunos creen por el obispo D. Íñigo Manrique en 1489 , y renovada por tercera vez en 1710 con arreglo al antipático gusto dominante en los primeros años del reinado de Felipe V, ni rastro queda en ella de la arquitectura del siglo XIII. Todo es hoy allí churrigueresco á escepcion del elegante arco árabe angrelado que tiene al lado derecho mirando al Santuario de la antigua mezquita, el cual subsiste, no sabemos por qué milagro, como náufrago libertado de una furiosa tempestad.

En 1399 D. García Fernandez Heredia, Arzobispo de Zaragoza, favoreció la renovación y fábrica de este convento, y a sus espensas se hizo la Iglesia que fue magnífica por su solidez y arquitectura aunque de una sola nave y adornada con buenos altares.

Pero este talento no debe ser muy envidiado ni admirado, porque brilla particularmente a espensas de la moral, del juicio interno y de la religion.

Dio perfección a la obra de la casa episcopal, y en sus días y a costa suya fueron levantadas las naves laterales de la Catedral, la cual conserva también otras memorias de su liberalidad, como son: el terno negro de terciopelo bordado en oro, un palio de tisú y cenefa de terciopelo carmesí, y el verjado y sillería del coro: fundó un Colegio en la Universidad de Alcalá de Henares para estudiantes teólogos de Aragón, con dotación de mil escudos anuales: en Daroea se construyó a sus espensas una capilla y capellanía, cuyo patronato es de la casa del Marqués de Villalba.

Esta puede ser ardiente, y el calor desigualmente repartido, el abatimiento grande, como la ansiedad ó la susceptibilidad; hay calosfríos frecuentes y aumento de algunas secreciones, á espensas de otras, como, por ejemplo, mucosidades intestinales, vómitos, diarrea, sequedad de la piel, coriza fluente, lagrimeo y escasez de las orinas; porque la irregularidad de la accion de la manzanilla se estiende á las funciones é induce en las secreciones una alteracion eminentemente nerviosa, que es la natural de este medicamento.

No fué poco triunfo para Arias Montano que se hubiese dejado correr sin notas ni censuras la nueva poliglota; i atendidos los usos i estilos de la Inquisicion deberia mirarse como un raro portento que no hubiese comenzado esta causa por prender i encarcelar al insigne doctor que dirigió la obra, si no supiésemos que como en la poliglota se habian gastado tan grandes caudales, i su magnificencia i belleza la habian hecho famosisima en Europa; i como por otra parte llevaba el nombre del rei que habia mandado publicarla á sus espensas, Felipe II por su conveniencia i propia reputacion estaba precisado á no consentir en que fuese declarada la obra por mala, porque esto resultaria en menoscabo de su buen nombre; i así dispuso que la Biblia pasase á censura del padre Mariana, quien la dió favorable á Montano, no obstante que los jesuitas sus compañeros porfiaban en que le fuese adversa, ofendidos con lo mucho i mal que hablaba i escribia contra ellos el célebre Benito Arias Montano; de que dan testimonio los documentos rarisimos que publico por apéndice á esta historia para desengaño de los fanáticos que no creen en el artificio i maldad de los jesuitas.