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Actualizado: 6 de junio de 2025
Los he visto pelear en campo abierto y encerrados en sus fortalezas, en asaltos, emboscadas, salidas, sorpresas nocturnas, duelos, justas y torneos; y puedo aseguraros, muchachos, que tienen el corazón valiente y el brazo duro.
Fué obra para en Malta de gran caridad y de harto más provecho para los pobres que nadie podrá creer, sino los que vieron la necesidad que allí pasaron enfermos y sanos. Con toda esta mortalidad no faltaban cada día en casa del Maestre máscaras, danzas y fiestas de damas, y torneos y sortijas, con tanto placer y regocijo como se pudieran hacer al tornar de la jornada con victoria.
En cuanto á las justas, como reminiscencias del espiritu caballeresco de los siglos anteriores, todavía, á principios del XVII, en el año de 1618 gustaban los sevillanos de los torneos, como demuestra una petición dirigida á la Ciudad por Juan de Ojeda, sobre el pago de unos gastos que hizo en los torneos el dia de las Fiestas Reales, según consta del Acta Capitular de 13 de Julio de dho año.
Nunca he visto indiferencia como la suya y hasta ahora tanto me hubiera valido suspirar ante una de las estatuas de mármol del parque de Roda. ¿Recuerdas aquel finísino velo blanco que llevaba ayer? Pues se lo pedí como una merced para ponerlo en mi yelmo en combates y torneos, cual emblema de la dama y señora de mis pensamientos.
Por lo cual los soldados dieron á S. M. solemnemente las gracias al uso militar, con repetidos tiros de fusil y mosquetes, y los indios con torneos y juegos á su usanza, concluyeron la alegría de aquel día.
Los Masamudes, los Aliatares, los Benegas y otros muchos caballeros de las familias nobles, disponían cuadrillas, cañas y torneos; las damas, parientas de la futura Sultana, trazaban en sus cármenes y jardines los festejos y zambras con que habían de celebrar tan venturoso enlace, y los mercaderes de joyas, telas, esencias y otros objetos preciosos se encontraban en todas partes, y en todas partes eran echados de menos, pues tanta era la viva curiosidad por ver, y ansia por comprar y apoderarse a todo precio de tanta preciosidad, propias del lujo oriental y del fausto que en aquella época ostentaba la árabe corte de Granada.
Dispusiéronse las bodas con pompa y magnificencia nunca vista: todo era fiestas, torneos, óperas bufas; y en toda Italia se hiciéron sonetos en mi elogio, de los quales ninguno hubo que no fuera rematado de malo.
La fama de su portentosa hermosura había recorrido ya el mundo todo; de suerte que, apenas fueron llegando los correos a las diferentes cortes, no había príncipe, por ruin y para poco que fuese, que no se decidiera a ir a la capital del Rey Venturoso, a competir en justos, torneos y ejercicios de ingenio por la mano de la Princesa.
Navarrete, Vida de Cervantes, págs. 113 y 456. Dice así Lope de Vega en el tomo XV de sus Comedias, en la dedicatoria á D. Rodrigo de Tapia, caballero de Santiago, de la titulada El ingrato arrepentido: «Las acciones de una plaza no son inferiores á las justas y torneos de á caballo, antes bien de más gallarda osadía, por la ferocidad del enemigo; que un caballero que en una justa acomete armado á su contrario, si bien lleva el peligro, de quien fué lastimoso ejemplo el rey de Francia, y se celebra con razón la censura de aquel hermano del turco que dijo que para veras era poco y para burlas mucho, no le tiene tan grande como esperando un toro: la destreza, ánimo y valentía con que vuestra merced acometió y rindió la fiereza del más bravo que ha visto el Tajo ni creado Jarama en sus riberas pareció á los ojos de S. M., de SS. AA. y de toda esta corte una acción digna de tales años, de tales ascendientes y de tales obligaciones que, acompañado de tales galas, me obligó aquel mismo día á provocar las musas, con envidia de otras plumas», etc.
Grandes carcajadas acogieron aquella salida del valiente arquero y Simón prometió hacer todo lo posible para que nombrasen á Tristán rey de armas y pudiese llevar á la práctica sus peregrinas ideas sobre justas y torneos. Allí viene Sir Guillermo Beauchamp, dijo Reno. Valiente caballero, pero temo que no pueda resistir el bote que promete darle la lanza del francés.
Palabra del Dia
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