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Actualizado: 13 de mayo de 2025


¡Ah! ¡es verdad! y don Rodrigo es muy valiente y muy diestro... me había olvidado... pero ¡Dios mío! aunque eso sea, de todos modos os pierdo: si le matáis tendréis que huir. No le mataré. ¡Oh! gracias... ¿no iréis, no es verdad? esperaréis á que se acabe la función y os vendréis conmigo... yo haré... yo diré al duque de Lerma que destierren á ese hombre.

Casi olvidado de la humana escoria, de amor henchido el corazón ardiente y mintiendo los nimbos de la gloria en la marchita frente, del bardo las hermosas ilusiones inventan, en el mundo, el paraíso... ¡Fantásticas ficciones! Piadoso Dios, para humillarle, quiso que el mar, con estridente carcajada, hiciera resurgir en su memoria todo el recuerdo de la duda odiada, trasunto de su historia.

No debiera haberlo olvidado. Mi experiencia personal es muy triste a este respecto; lo sabrás, Pedro contestó el pintor ; pero, después de todo, eso no quiere decir nada... Hice un matrimonio de loco... en fin, no me arrepiento, porque, al cabo, tengo a mi hija.

He venido porque he querido, y por el deseo de verte y de saber por mismo que me has olvidado. Por Dios me contestó disimulando su emoción . Repara dónde estás. La condesa no cesa de observarme. Aquí es preciso fingir a todas horas, y disimular los pensamientos. ¿Por qué no has venido antes? Pero di: ¿mi prima no te ha dado ningún recado?

Al salir del coche, con el rostro encendido, más hermosa que nunca, le dijo: Sube un momento: tengo que darte el reloj de Irene, que se le ha olvidado ayer. Emilio la subió del brazo y entró con ella en su gabinete. Mientras tanto, Irenita llegaba a casa en un estado de agitación fácil de comprender en una niña tan sensible y enamorada de su marido.

Sólo escuchaba su quejido incesante, y el ligero zumbar del viento. ¡Bah! dije llorando ; el hermoso soldado se ha olvidado como los otros de sus promesas; pero éste, al fin, no ha sido infame, porque no ha sido mi amante.

Si á esto se agrega que la mayor suma del importe de patentes son chinas, que en la renta de lotería el primer factor que la sostiene es el chino, y que tanto la industria como el comercio filipino tienen en aquella raza un poderosísimo auxiliar, sobradamente demuestra que nuestras leyes no deben tener olvidado á ese numerario humano que constantemente llega á nuestras playas, y que es preciso aumentarlo y ayudarlo.

Un mundo, que ya es polvo, se eleva en torno mio, un pueblo, que ya es sombra, me signe por do quier, y del presente, pobre, descolorido y frio, los soñolientos ojos aparté con hastío, buscando las grandezas del olvidado ayer.

Pero, por el contrario, estaba furioso. Hubiera preferido saber que había muerto. Porque, ¿a qué ocultarse? decía. ¿Por qué, puesto que sabe dónde vivo, teme venir a verme? ¿Es, acaso, que se ha hecho indigna de presentarse ante ? ¿No me ama ya? ¿Me ha olvidado quizás? Esta carta le dije, prueba lo contrario.

Llegada la órden de replegarse, el oficial se reune á su cuerpo, habiendo perdido en el puesto fatal á casi todos sus soldados. Ya le teníamos á V. por muerto, le dice chanceándose uno de sus amigos; no se habrá V. olvidado del parapeto. El oficial se cree ultrajado, pide con calor una satisfaccion, y á las pocas horas el burlon imprudente ha dejado de existir.

Palabra del Dia

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