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Actualizado: 19 de junio de 2025
Presos serán, porque el rey, aunque no sea rey, se llama al fin rey, y es necesario obedecerle cuando manda. Pero hubiera sobrevenido doña Clara, sobrevendrá, se arrojará á los pies del rey, llorará, le besará las manos... y el rey se derretirá y revocará la orden de prisión, y será capaz de honrar á don Juan y á Quevedo por añadidura. Es necesario que el rey no pueda hacer nada. ¿Y cómo?
¡Sarasa! suspiró otra con entonación afeminada. Gallardo enrojeció de cólera. ¡Esto a él! ¡Y en la plaza de Sevilla!... Sintió la corazonada audaz de sus tiempos de principiante, un deseo loco de caer ciegamente sobre el toro, y fuese lo que Dios quisiera. Pero su cuerpo se resistió a obedecerle.
Fué preciso obedecerle, y después de vender cuanto teníamos, muebles, ropa, todo lo que había en la casa, emprendimos el viaje, solitas, en un carruaje que daba muchos tumbos y que hacía mucho ruido al rodar en los empedrados. Caminábamos de día y de noche, y sólo nos deteníamos en las posadas para dormir y descansar unas cuantas horas.
Orden y mandato fue éste que me puso en condición de no obedecerle, por parecerme imposible sustentar tantos días la vida en el ausencia de Luscinda, y más, habiéndola dejado con la tristeza que os he contado; pero, con todo esto, obedecí, como buen criado, aunque veía que había de ser a costa de mi salud.
¿Qué quiere este animal de antropófago? dijeron Hans y Cornelio, mientras los chinos se iban retirando prudentemente hacia las chalupas. Querrá ordenarnos que nos vayamos dijo el Capitán . Estos salvajes tienen la pretensión de que ningún extranjero venga a pescar a sus costas; pero este horrible y ridículo ejemplar de la raza australiana se engaña si cree que vamos a obedecerle.
Mientras pensaba en el marido abstracto todo iba bien; sabía ella que su deber era amarle, cuidarle, obedecerle; pero se presentaba el señor Quintanar con el lazo de la corbata de seda negra torcido, junto a una oreja; vivaracho, inquieto, lleno de pensamientos insignificantes, ocupado en cualquier cosa baladí, tomando con todo el calor natural lo más mezquino y digno de olvido, y ella sin poder remediarlo, y con más fuerza por causa del disimulo, sentía un rencor sordo, irracional, pero invencible por el momento, y culpaba al universo entero del absurdo de estar unida para siempre con semejante hombre.
Este idiota, sumergido en su gloria, no lo entendía: y si le entendía, se negaba á obedecerle. La voz del príncipe fué cayendo con una lentitud temblorosa sobre la cabeza que estaba debajo. ¡Spadoni, pianista de los demonios! ¡La última! dijo el músico. Cuando dejó de tallar muchos respiraron, satisfechos de que terminase un juego que parecía un maleficio.
De esta conformidad pasaron aquella noche en continuo sobresalto, y luego que aclaró el dia 10, desampararon el cuartel: unos se dirigieron á sus casas, y otros reunidos por Pagador, se presentaron á D. Jacinto Rodriguez, protestando que como á su Teniente Coronel debian comunicarle lo que se premeditaba contra ellos; que estaban prontos á obedecerle ciegamente, con lo que daban unas pruebas nada equívocas de la subordinacion que le tenian: quien, al oir las quejas, les dijo que no volviesen al cuartel, y quedándose con algunos de mayor confianza, les previno sigilosamente se amotinasen aquella noche, y les advirtió el modo con que lo habian de practicar.
16 ¿O no sabéis que a quien os presentáis a vosotros mismos como siervos para obedecerle, sois siervos de aquel a quien obedecéis, sea del pecado para muerte, o sea de la obediencia para justicia? 17 Gracias a Dios, que aunque fuisteis siervos del pecado, habéis obedecido de corazón a la forma de doctrina a la cual sois entregados; 18 y libertados del pecado, sois hechos siervos de la justicia.
En realidad, Godfrey sentía aquello con tanta mayor intensidad cuanto que su naturaleza indecisa, adversa a afrontar las dificultades por ser éstas francas y sinceras, tenía un cierto temor respetuoso por aquella dulce esposa que espiaba los deseos de su marido con el deseo ardiente de obedecerle. Le parecía que no le podría revelar jamás a Nancy la verdad concerniente a Eppie.
Palabra del Dia
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