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¿Qué tenéis, duquesa? dijo el rey, que no pudo menos de notar la turbación de la camarera mayor. Tengo... señor... que vuestra majestad va á creer que no quiero obedecerle. ¡Cómo! Me es imposible anunciar á vuestra majestad. ¡Imposible! ; , señor, imposible de todo punto. Pero y ¿por qué?... Porque... porque su majestad no está sola.

D. Fadrique, por V. y por ser V. el tío de la señorita Doña Lucía, tan bondadosa y excelente, estoy dispuesto á oir á V. y hasta á obedecerle en cuanto esté de mi parte, sin considerar el provecho que por mi obediencia V. me promete. No me he explicado bien replicó D. Fadrique.

Estaba molido; sus piernas entumecidas negábanse a obedecerle, y la debilidad y el cansancio le producían, en ciertos momentos, algo así como asomos de vértigo. Toda la feria adquiría un aspecto fantástico alumbrada por las bengalas, que tan pronto la coloreaban de alegre rosa como daban a las personas un tinte lívido.

Papá me aconsejó que, de todos modos, me casase con el primo.... Yo seguí el consejo.... Me propuse ser buena, quererle mucho, obedecerle, cuidar de mis hijos.... Dígame usted, Julián, ¿he faltado en algo? Julián cruzó las manos. Sus rodillas se doblaban, y a punto estuvo de hincarlas en tierra. Pronunció con entusiasmo: Usted es un ángel, señorita Marcelina.

Ordene, pues, y me apresuraré a obedecerle; pero no intente convencerme, porque mi situación de ánimo es tal, que mientras sea dueña de mi voluntad no aceptaré partido alguno, así se trate de un millonario o de un príncipe. »Tan gran firmeza revelaban su voz, sus ademanes y hasta sus menores gestos, que el insistir yo, habría significado tanto como querer convertir la persuasión en mandato.

Cuando mi madre me llamó un día, y después de darme dos palmetazos porque tenía las manos manchadas de tinta, me dijo que había determinado casarme, sentí mucha alegría, y al volver a mi cuarto rompí todas las planas de escritura, diciendo a D. Paco que yo era un hombre y no me daba la gana de obedecerle. A todas horas pensaba en mi mujercita y en las delicias del matrimonio.