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Actualizado: 15 de julio de 2025


Debía conocer á su nieta, la célebre bailarina. Iba á hacerle alguna pregunta sobre ella, cuando la vieja siguió hablando. Mi preferido fué siempre Alberto, un obrero aficionado á los libros. Yo, aunque deseo vivir independiente, iba todos los días á su casa, ayudaba á su mujer, jugaba con su hijo. ¡Un biznieto! Imagínese qué alegría, señor comisario. No todos llegan á ser bisabuelos.

Cerca de su tumba en una pequeña lápida se lée un epitáfio que dice: Aquí yace la noble señora D.ª Leonor Bocanegra, nieta del adelantado D. Alonso Fernandez, señor de la casa de Montemayor. Habia en esta capilla fundadas doce capellanías, y era su patrono el conde de Alcaudete, de cuyo estado fué tambien fundador el famoso adelantado.

Salía en coche a dar largos paseos con Cecilia o con Ventura, y solía llevar a su nieta Cecilita, en quien adoraba. Don Rufo hablaba de la necesidad de trasladarse a otro clima, a otro país más elevado sobre el nivel del mar, donde el aire tuviese menos presión.

Con dos deditos más de altura, creía yo que no habría la menor tacha que poner, como estampa hechicera, a la nieta de don Pedro Nolasco.

Quién sabe... Dios te preserve de las tempestades del corazón, mi querida nieta... Pero dijo de pronto para ahuyentar la melancolía, nos hemos extraviado de Celestina... Cierra la esquela del cura para que yo pueda entregársela, y no hables de esto a la buena mujer. Si sospechase que estamos al corriente de su paso, guardaría rencor al señor cura por esta indiscreción, permitida sin embargo.

El hijo de Pedro de Lobo se ha ordenado de grados y corona, con intención de hacerse clérigo; súpolo Minguilla, la nieta de Mingo Silvato, y hale puesto demanda de que la tiene dada palabra de casamiento; malas lenguas quieren decir que ha estado encinta dél, pero él lo niega a pies juntillas. Hogaño no hay aceitunas, ni se halla una gota de vinagre en todo este pueblo.

La preferencia otorgada a los primeros era, pues, doblemente dolorosa. Don Rosendo el año anterior había levantado un piso más a su casa. Lo que le decidió a aquella obra fué el nacimiento de otra nieta. Si el matrimonio seguía tan aprovechado, no cabrían pronto en la casa. Gonzalo hablaba de tomar otra; le faltaba independencia. Para que no se fuese, la aumentó su suegro de aquel modo.

El choque de mi hijo político con los canallas que pretenden insultarle... Mire usted, Duque; si toma a mal la súplica que acabo de hacerle, se equivocará mucho... Nosotros estamos tan honrados con su estancia en nuestra casa, que nada nos ha causado tanto orgullo como esa preferencia... Mi marido la ha solicitado con empeño, y ha recibido gran alegría cuando supo que usted había aceptado su invitación... ¿Cómo puede nadie figurarse que yo no me encuentre satisfecha teniendo en mi casa a una persona tan elevada, yo que soy una pobre mujer del pueblo, hija de un marinero, nieta de un sereno, a quien toda la villa llama la Serena, como llamaron a mi madre y a mi abuela?... Verdad que si hubiera sido hace algunos años, estaría más orgullosa... Los desengaños, las tristezas, van labrando la soberbia... Pero de todos modos estoy muy contenta, y sólo el temor a los grandes disgustos que pueden venir a mis hijos, me ha obligado a dar este paso... que usted me perdonará...

La Villasis, apoyada en la ventana, seguía con la vista los juegos y carreras de aquel bello ángel, que ocupaba y llenaba por completo su corazón, con ser este tan grande. Era aquella niña su nieta, hija de su única hija, muerta al darla a luz cinco años antes, y huérfana también de padre.

Doña Inés agradeció con su mejor sonrisa, mientras proseguía el vizconde: ¡Sobre todo, que las mujeres de España cuando tienen también su poquito de sangre francesa, como mi nieta doña Inés! No seáis adulador, vizconde repuso ésta, irónicamente. Tal vez si me vierais bajo mi estatua yacente que está en la catedral de Ávila...

Palabra del Dia

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