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Actualizado: 17 de mayo de 2025


Don León se encargaba de corregirlos y señalar las figuras que iba cometiendo sin saberlo. «Mire usted, hijo mío, al llamar al rocío líquidas perlas comete usted una metáfora, muy linda por cierto.

He hecho lo imposible por no ser un melancólico, porque nada hay más ridículo que eso, en cualquier edad, pero sobre todo en la mía; pero hay en el alma de ciertos hombres no yo qué especie de bruma elegíaca siempre dispuesta a condensarse en lluvia sobre las ideas. ¡Tanto peor para quienes nacieron entre las nieblas de octubre! añadió sonriendo a la vez por lo pretencioso de la metáfora y por lo que en el fondo le humillaba aquella enfermedad congénita

Un hombre lleno de experiencia es un árbol muerto, metafóricamente hablando, contra el cual zumba desapiadadamente el huracán de las pasiones, valiéndonos de otra metáfora. Y sin embargo de que, y continuamos en el estilo metafórico, ya no tiene ni frutos ni hojas que el huracán pueda arrancarle, le arranca las extremidades de las ramas secas. Después viene el rayo y le hace trizas.

Que no estorbaba a Nieves en ninguna parte; que Nieves le había entendido la metáfora del aire y del sol y del humilde puesto para tomarlos, y que lejos de ofenderse con el símil, hasta le había reprendido a él porque no colocaba su banqueta en primera fila, bien sabido se lo tenía, y bien justipreciado en las entretelas de su corazón; pero que el sol descendiera de su trono para... ¡Dios clemente! ¡Cómo no había de execrarle el señor don Alejandro Bermúdez?

Pero continuando con la metáfora de la guillotina política, si este bosquejo de la Aduana, que voy á terminar, pareciere por ventura demasiado autobiográfico para que lo publique en vida una persona que, como su autor, no es de mucho viso, téngase en cuenta que procede de un caballero que lo escribe desde ultratumba. ¡La paz sea con el mundo! ¡Mi bendición para mis amigos! ¡Mi perdón para mis enemigos! ¡Me encuentro en la región del reposo!

Este «abismo» era una metáfora sacada de sus lecturas de periódicos radicales, y hacía alusión á las creencias fervorosas y simples del viejo. Pero el cariño por el capitán, el ser todos de la misma tierra y el empleo del valenciano como lengua de la intimidad, les bacía buscarse á los dos instintivamente. Caragòl era para Tòni la persona más cuerda de á bordo... después de él.

Aquel libro está impreso con permiso del Arzobispo, ¡abá! Julî, impaciente y deseando cortar la conversacion, suplicó á la devota que fuese si gustaba, pero el señor Juez observó eructando que las súplicas de una cara joven mueven más que las de una vieja, que el cielo derramaba su rocío sobre las flores frescas en más abundancia que sobre las secas. La metáfora resultaba hermosamente malvada.

¡Oh! no, no, señora exclamó la señora de Aubry aplaudiendo esta atrevida metáfora. El honor y la gloria son muy bellos en las novelas; pero yo prefiero con mucho un buen carruaje. , ciertamente, y es lo que decía esta mañana al general, al venir hasta aquí: ¿es verdad, general? Hum refunfuñó el general, que jugaba tristemente en un rincón, con el antiguo corsario.

Era el comedor lo que se llama «un ascua de oro»; expresiva metáfora en que cabe cuanto el lector pueda imaginarse en profusión de luces sobre lámparas y candelabros de ricos y variados metales, vajillas estupendas, cristalería de inverosímil nitidez y ligereza, vasos de porcelanas valiosísimas cargados de raras flores; en fin, lo mejor entre lo más caro del profuso acopio de que se dio cuenta en otro lugar de este relato, y lo adquirido después a peso de oro, destacándose sobre fondos obscuros, salpicados de brillantes toques metálicos, e interrumpidos en cada puerta por los desmayados paños de las pesadas y ricas colgaduras.

Persistiendo en su metáfora pastoril, exclamó: , hija mía; mi dolor sería inmenso si por imprevisión y descuido te dejase yo caer entre las garras de la infame bestia que anhela devorarte y viese el cándido vellón de la cordera teñido en sangre y manchado con la impura baba del monstruo. Es menester que yo te defienda y te ponga en salvo. Por sola no puedo vigilarte.

Palabra del Dia

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