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Actualizado: 11 de junio de 2025


7 por lo cual ni aun me tuve por digno de venir a ti; mas di la palabra, y mi siervo será sano. 10 Y vueltos a casa los que habían sido enviados, hallaron sano al siervo que había estado enfermo. 13 Y cuando el Señor la vio, se compadeció de ella, y le dijo: No llores. Y dice: Joven, a ti digo, levántate. 15 Entonces se incorporó el que había muerto, y comenzó a hablar. Y lo dio a su madre.

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