Vietnam or Thailand ? Vote for the TOP Country of the Week !
Actualizado: 10 de septiembre de 2024
A la sazón era un diablejo: ¡un diablejo bien humorado, es verdad! diablejo cuya naturaleza moral nadie modeló, un diablejo en huelga, dispuesto a adoptar la virtud como un entretenimiento. Que yo sepa, no tenía conciencia de su alma; era muy supersticioso; llevaba consigo un horrible dios de porcelana, pequeño, al que tenía costumbre de insultar o de invocar, según creía procedente.
Mis tíos habían invitado a todas sus relaciones para ver pasar las tropas desde los balcones, y Alejandro, bastante mal humorado por cierto, pasó toda esa tarde y parte de la noche en invitar por recado a todas las amistades de la familia. Al día siguiente reinaba en la ciudad un inmenso entusiasmo; hombres y mujeres hervían en el puchero porteño, como diría el autor del Diablo Cojuelo.
Cuando sintió ruido en la casa, llamó a gritos. ¡Anselmo, Petra, Servanda, Petra!... Apareció Petra con el cabello suelto, en chambra, y mal tapada con un mantón viejo del ama. Parecía la aurora de las doradas guedejas; pero Frígilis, mal humorado, se encaró con la aurora. Oye, tú, buena pécora, ¿qué demonio de obispo entra aquí por la noche a destrozarme las semillas?...
Aún considerado únicamente como recreo, como medio de digestion, mi estómago se levanta mal humorado, y es un testigo que depone inexorablemente contra un espectáculo semejante.
Algunos iban vueltos hacia atrás, mostrando la carita redonda dentro del círculo del gorro y los ojuelos vivos, y se reían con los transeúntes. Otros tenían el semblante mal humorado, como personas que se llaman a engaño en los comienzos de la vida humana. También vio Jacinta no uno, sino dos y hasta tres, camino del cementerio.
Ceniciento velo ocultaba las rocas y sólo podía yo divisar á trechos vagas masas negras y amenazadoras que, según lo espeso de la bruma, se acercaban y alejaban alternativamente. Hallábame transido de frío, entristecido, mal humorado. De pronto hízome levantar la vista una claridad reflejada por innumerables gotas. Habíase desgarrado la nube de agua y nieve encima de mi cabeza.
Quedose Juan con esta noticia más pensativo y peor humorado, sintiendo arreciar los síntomas del mal que padecía, y que principalmente se alojaba en su imaginación, mal de ánimo con mezcla de un desate nervioso acentuado por la contrariedad. ¿Por qué la despreció cuando la tuvo como era, y la solicitaba cuando se volvió muy distinta de lo que había sido?... El pícaro ideal, ¡ay!, el eterno ¿cómo será?
Pensaron que era un pillete, y que los golpes que había recibido le estaban muy bien merecidos... Le cogieron por el cuello de la americana con esa paternal zarpa de la justicia callejera. «¿Qué tiene usted?» le preguntó uno de ellos, mal humorado.
Después de cruzar algunas palabras ambos caballeros, el conde, que aquel día no andaba muy bien humorado, pidió al de Zárate un pistolete que tenía y después de cogerlo súbitamente, le amenazó en serio con él, recordándole no se sabe qué antiguos resentimientos, y luego, con ademán un tanto brusco, le quitó la espada que llevaba de cinto, y sin andarse con miramientos, fué hacia una ventana que en la estancia había y arrojó por ella á la calle el acero con gran sorpresa de las damas.
Marenval se subió el cuello de su gabán de pieles, alzó los ojos hacia la puerta que se abría delante de él y, ya mal humorado sin más que haber mirado aquel pasaje poco atrayente, entró resueltamente en el patio.
Palabra del Dia
Otros Mirando