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Resultado de estas y otras combinaciones: que el día en que nos hallamos con Simón en las Casas Consistoriales y con Juana en su establecimiento, eran dueños de la casa que éste ocupaba, de lo que la tienda contenía y de un respetable sobrante en continuo movimiento; todo lo cual representaba un valor de muchos miles de duros.

¡Oh! yo os aseguro que el duque de Lerma no tendrá tiempo de revolver sobre nosotros. El duque de Lerma es hombre muerto. ¡Ah! ¿hablábais de mi buen don Francisco de Rojas y Sandoval, mi muy amada esposa, mi respetable confesor? dijo Felipe III, que había entrado poco antes en la cámara, y adelantado en silencio. La reina y el padre Aliaga se levantaron á un tiempo.

Al llegar cerca de Sansol, cuatro hombres se plantaron en el camino. ¡Alto! gritó uno de ellos que llevaba un farol. Martín saltó del coche y desenvainó la espada. ¿Quién es? preguntó. Voluntarios realistas dijeron ellos. ¿Qué quieren? Ver si tienen ustedes pasaporte. Martín sacó salvoconducto y lo enseñó. Un viejo, de aire respetable, tomó el papel y se puso a leerlo.

El señor Ronzal quiere que se le explique si se piensa que es él quien pone las varas que esa señora toma o deja de tomar. ¡Eso es! dijo Ronzal, que no pensaba en tal cosa, pero que se sintió halagado con la suposición. Quiero saber añadió si se piensa que yo soy capaz de poner en tela de juicio la virtud de esa señora tan respetable.... Pero ¿qué señora?

En la actualidad, todos los diputados a las cámaras francesas por la Martinica, Guadalupe y la Guayana, son mulatos; pero la lucha social se ha circunscrito a la Martinica. Es a muerte: el blanco no tiene más garantías que la guarnición militar, enviada de la metrópoli, y su valor personal, que lo hace respetable.

Lo único que me extraña es ver en la mayor parte da estos versos algo así como una decepción amorosa, una melancolía de pasión sin esperanza. ¡Quién hubiese creído que el respetable Padre de los Maestros fuera capaz de tan frívolos sentimientos!... El profesor sonrió levemente. Ha acertado usted, gentleman.

«¡Chitón! ¡silenciogritaban desde dentro los del tresillo; y don Pompeyo bajaba la voz, y el corro se alejaba de los tresillistas, lleno de respeto, obedientes todos, convencidos de que aquello del juego era cosa mucho más seria que las teologías de don Pompeyo, más práctica, más respetable.

¡No me conocíais! ¡No me habéis visto antes de ahora! dijo la Dorotea, que comprendía en la mirada del fraile, fija en ella, algo de espanto, mucho de anhelo y muchísimo de afecto. El bufón se anticipó al padre Aliaga. No, hija mía, no; este respetable religioso no te conocía ni de nombre. Me estáis engañando dijo de una manera sumamente seria la Dorotea.

El profesor dijo las últimas palabras mostrando una timidez de muchacha, lo que dió á su respetable persona cierto aspecto grotesco. Pero tuvo que abandonar pronto esta actitud para ocuparse de un asunto más importante que motivaba su visita matinal. Si lo había olvidado al principio, era á causa de la emoción que sentía siempre al hablar á solas con el gigante.

No supe qué palabras emitir. ¡Ese joven caballerizo, ese bribón, hijo del respetable y anciano marino que pasaba las tardes de sus plácidos días sentado a la puerta de su casa de las Encrucijadas, era, en efecto, el esposo de la hija del millonario!